Otro Blog del Grupo Noticias en Tweets »» Sígueme en Facebook Sígueme en Twitter Síguenos en Instagram Suscríbete a NT Youtube Suscríbete Gratis Síguenos en Google +


Anúnciate AQUI
Suscríbete Gratis
Síguenos en Whatsapp
Síguenos en Youtube
Síguenos en Twitter
Síguenos en Instagram
Síguenos en Facebook

14 de mayo de 2013

Queman a niño al intentar acabar con su familia

Por Luisana González - laverdad.com

Daniel Camargo (12) presenta quemaduras de tercer grado. Se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Universitario. La Policía científica presume que el incendio fue provocado. En las dos entradas de la vivienda encontraron residuos de combustible. Investigan cuáles integrantes de la familia podrían tener enemigos


Samsung Galaxy S4 Precio: desde $: 722 Al cambio en Bs. (Cupo Cadivi) Bs. 4548.6 Envió estimado. Bs. 360 Total: Bs. 4908.6 - ENCUENTRALO AQUI



Intentaron quemar vivos a los Camargo. Los homicidas fallaron, pero un inocente vive las consecuencias. Los hermanitos Daniel José Camargo (12) y Deivis Camargo (9) dormían en un chinchorro en la sala de su vivienda, ubicada en la calle 1 del barrio 5 de Julio, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, cuando a las 12.00 de la medianoche de ayer les prendieron fuego. Daniel no escapó de las llamas y ahora está hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario debatiéndose entre la vida y la muerte.

Daniela Camargo, tía de los niños, contó al diario La Verdad que en el ranchito de latas viven cinco niños y seis adultos. Todos a esa hora estaban durmiendo. A los hermanitos los acostaron en una hamaca en la sala, porque no cabían en los dos únicos cuartos de la residencia. La cortina de la sala agarró candela de la nada y las llamas agarraron las hamacas de lona donde dormían los niños.

Deivis, al ver el fuego y sentir el ardor de la quemadura en uno de sus pies, se bajó y corrió a avisarles a su abuela paterna María Inocenta de Aguas y a sus tías. Cuando las mujeres salieron del cuarto consiguieron el chinchorro de Daniel prendido. Gritaron y suplicaron ayuda, mientras las llamas devoraban al pequeño.

En la impotencia, las tías llamaron al servicio de emergencia 171, pero los paramédicos tardaron una hora en llegar. Unos parientes que bebían con unos vecinos fueron sus salvadores. Se las ingeniaron para abrir las puertas y sacar a las mujeres y al resto de los niños.

Con sábanas trataron de apagar el fuego que rodeaba todo el cuerpo de Daniel. No lo lograron. Tuvieron que lanzarle varios tobos con agua y arena para sofocarlo por completo.

A las 12.30 lograron que las llamas se apagaran completamente. A Daniel lo levantaron del suelo, lo montaron en el carro de un vecino y lo trasladaron al Hospital Universitario, donde ingresó a la 1.30 de la mañana de ayer con quemaduras de tercer grado en 90 por ciento de cuerpo. Su estado de salud es delicado. Solo un milagro podría salvarlo.

¿Sin enemigos?

María Inocenta, abuela del jovencito afectado, indicó que llamaron a la Policía científica para que hicieran las experticias del lugar y determinaran qué originó la deflagración.

Cuando la Policía y los Bomberos terminaron de recorrer la casa, indicaron a la señora que presuntamente se trate de un intento de asesinato, porque en las dos entradas de la casa había residuos de gasolina. El olor era fuerte y en la vivienda no guardaban combustible. Solo un potecito con gasoil que estaba intacto al lado de la cocina.

Paras las investigaciones se llevaron como evidencias la hamaca y unas alfombras que estaban en cada una de las entradas impregnadas de combustible. Se investiga por cuál de los Camargo iban los homicidas.

A los padres de Daniel, quienes trabajan en Machiques en una matera como ordeñador y cocinera, les informaron del accidente a las 4.30 de la mañana. Se vinieron de Machiques hacia Maracaibo angustiados.

30 minutos Daniel estuvo expuesto a las llamas que devoraron su cuerpo

Daniel José Camargo (12) Vive en la casa de su abuela en el barrio 5 de Julio. Es el mayor de cinco hermanos y estudia cuarto grado en el colegio Felipe Hernández.

"No me puedo imaginar quién quiere ver a mi familia muerta. Quien lo hizo sabía que aquí estábamos todos durmiendo".

María Inocenta de Aguas. Abuela y dueña de la vivienda


Deja tu comentario