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28 de septiembre de 2014

CON UN PISTON SALVARON A DOS: Un rayo inicia incendio en el que mueren tres mujeres de una familia


Gisela Nava y dos de sus hijas murieron en su casa. Su esposo y la tercera de sus descendientes escaparon de las llamas por un boquete en la pared. Según los vecinos, durante la lluvia hubo una descarga eléctrica, esta afectó la antena de Wi-fi y se inició el incendio. Los rescatistas no descartan esta hipótesis.

Por Crisbelis María Salas / La Verdad

Gisela Nava, de 50 años, y sus hijas, Angisel Pineda (14) e Isagleidis Pineda (33), se carbonizaron dentro de la vivienda 84-B, de la avenida 32, sector Bello Monte, en Cabimas. Solo su esposo y la tercera de las descendientes escaparon de las llamas. Los vecinos dijeron que un rayo cayó sobre la antena Wi-fi y provocó el incendio. Los rescatistas no descartan un cortocircuito.

El cadáver de Gisela Nava y el de sus hijas los encontraron en la sala. A la mujer el fuego le consumió las manos y su cuerpo. Las sepultaron seis horas después. A su esposo, Antonio Pineda (66), y a otra de sus vástagas, Yukensy Pineda (31), los sacó casi inconscientes un rescatista de Protección Civil que vive cerca de la casa.

"Su esposa lo despertó. Le comentó que se parara que olía a humo. Cuando intentó abrir la puerta del cuarto se dio cuenta del fuego. Su mujer y sus hijas se asomaron en las ventanas para pedir ayuda", le comentó Antonio Pineda a su compañero de trabajo, Freddy Álvarez, durante el trasladado a la clínica.

Desespero

Los gritos de las víctimas se escuchaban a lo lejos. Sandro Romero, rescatista de Protección Civil, corrió unos 200 metros hasta encontrar la casa. Tardó 40 minutos en hallar los implementos para ayudarlos. Nadie en la comunidad tenía una mandarria para romper la pared.

La primera reacción de Romero fue intentar abrir la puerta. El sexagenario se asomó por la ventanilla del baño y le pasó un manojo de llaves. Ninguna pertenecía a la reja. Le daba instrucciones a los curiosos, pero ninguno le prestaba atención. "Hasta que alguien llegó y me prestó un pisón, con eso rompí las paredes del baño y salvé a Antonio, y luego de la habitación donde aguardaba su hija".

El rescatista quiso llegar a la sala donde esperaba el resto de la familia, pero no pudo. "Había mucho material de combustión que consumió todo en cuestión de segundos".

Se perdió mucho tiempo, se lamenta Romero, quien presume que el trío de mujeres se desmayó al inhalar el humo y luego las alcanzó el fuego.

Sin herramientas

Jesús Camacaro, director de Protección Civil en Cabimas, informó que la cámara municipal aprobó una ordenanza municipal que permitirá la requisición de material y equipos. "Protección Civil tiene 25 años fundado en Cabimas y no cuenta con las herramientas necesarias para funcionar. Aspiramos que el próximo año contemos con ellas".

“Me daba impotencia ver cómo la gente inerte no me ayudaba ni tampoco buscaba lo que les pedía. Nadie tenía una mandarria". Sandro Romero. Rescatista


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