Jenny Elizabeth Ortiz Gómez salió a buscar a su hijo menor de edad cuando el cuerpo de seguridad intentó disolver un enfrentamiento en el sector Brisas del Torbes, debido a la llegada de alimentos a unos galpones. Los impactos le desfiguraron la cara y causaron un edema cerebral
Eleonora Delgado / El Nacional Web
Jenny Elizabeth Ortiz Gómez, de 42 años de edad, recibió impactos de perdigones a corta distancia a la altura del rostro y del cráneo, cuando salió a buscar a su hijo menor de edad el domingo en la noche. El hecho ocurrió cuando había alteraciones del orden público en la Troncal 5 o carretera de los llanos.
Una poblada del sector Brisas del Torbes se enteró de que estaban sacando alimentos de los galpones de una empresa que fue en principio vinculada a familiares del gobernador José Vielma Mora, pero luego este desmintió. La gente exigió que vendieran los productos a la comunidad y ante la negativa hubo enfrentamientos, lo que causó la llegada de motorizados de Politáchira.
De acuerdo con Esther Gómez, madre de Ortiz Gómez, la mujer salió preocupada a buscar a su hijo y recibió los impactos que la dejaron malherida. “A mi hija me la mataron y lo que quiero es que quien la mató, pague. Aquí tiraron bombas lacrimógenas. A los niños los teníamos acostados en el piso con alcohol. Eso fue mucho de lo feo”, dijo Gómez.
Ortiz Gómez fue subida a una ambulancia que se encontraba en la cola de vehículos que intentaba pasar, pero por el tránsito fue difícil el acceso hacia el hospital Central, y falleció.
Su hija, quien es enfermera, indicó que los impactos dejaron desfigurado el rostro de su mamá y le causaron un edema cerebral. “Lo que queremos es que el responsable pague. Cómo es posible que sucedan estas cosas”, preguntó Jenny Ortiz, quien responsabilizó a un integrante del grupo Rayo de Politáchira como el pistolero.
Al menos 100 combos con harina de maíz, aceite, crema de arroz, entre otros productos, fueron sacados de los galpones. Un total de 16 personas están detenidas, según trascendió extraoficialmente. A los voceros oficiales de los organismos de seguridad se les habría ordenado no dar declaraciones a los medios de comunicación.
El gobernador Vielma Mora, aunque después de su programa de TV se negó a declarar, señaló luego a través de la radio de la gobernación que había planes para tomar algunos centros de distribución de alimentos públicos y privados. “Estábamos todos nosotros tranquilitos. Fue en un centro de abastecimiento comercial que saquearon y ocurrió un hecho lamentable. Pedimos que caiga todo el peso de la ley. No queremos que se repita más nunca”.
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