Esa era la suma a pagar por cuatro paredes levantadas con bloques y cemento en un espacio de 2.50 x 2.70 m., dentro de la Cárcel de Sabaneta. Se deben adelantar cuatro mil bolívares para que se inicie la construcción, que tardaría un mes. El remanente se cancela cada domingo
Por Ana Karolina Mendoza / laverdad.com
Ver Luego:
Capellán de la Cárcel de Sabaneta: “Sí hice entierros dentro de la cárcel”
HS quiso que su hijo menor estuviese lo más cómodo posible en la Cárcel Nacional de Maracaibo. El joven, de 23 años, ingresó en junio pasado en el área de Penal. Desde entonces el trabajador jubilado le enviaba mil 60 bolívares cada domingo. En la suma se cuenta el "obligaíto" y los 400 bolívares que quedó pagando por la construcción de una habitación.
"Yo le mandé a hacer su cuartico. No iba a dejar que pasara penurias. Con estar ya preso ahí, en ese infierno, bastaba". En total debían pagar 15 mil bolívares por cuatro paredes levantadas con bloques y cemento en un espacio de dos metros 50 centímetros por dos metros 70. "Mandé a ponerle cielo raso, porque los entregan pelaítos". Debió adelantar cuatro mil para que iniciaran la construcción que tardaría un mes, "por la demanda". El remanente tendría que cancelarlo cada domingo.
Pero eso no era solo lo que tenía que pagar para garantizar el bienestar de su muchacho dentro de La Modelo. Doscientos bolívares era la cuota obligada. Supuestamente construían un tanque de agua de tres metros para abastecer a los nuevos inquilinos de Penal. Unos 20 calculó HS.
Aseguró que no sabía a quién le entregaba el dinero su hijo. Supuestamente nunca tuvo contacto con ningún pram. "Yo los veía caminar por ahí, pero nunca hablé con ellos. Mi hijo se la mantenía encerrado en su cuarto, pa' evitar roces y correr el menos riesgo posible".
El joven, en el espacio que le habilitaron mientras le entregaban "su pieza", tenía un aire acondicionado, un televisor con DVD, un colchón ortopédico con su juego de sábana y edredón, además de un tostiarepa y una cavita de anime. Todo lo perdió luego del traslado del chico al Centro Penitenciario Región Andina.
El muchacho está en Mérida desde el pasado 21 de septiembre. "Allá, por lo menos, no se paga 'obligaíto'. Tiene sus comidas, está uniformado y pelaíto. Pero no dejan que se afeite. No dejan pasar afeitadoras. Tampoco tienen electricidad. Los alumbran en las noches con un reflector y pasan calor".
La cita
"Yo le mandé a hacer su cuartico. No iba a dejar que pasara penurias. Con estar ya preso ahí, en ese infierno, bastaba". HS, padre de un recluso
Paga por el expediente
Al joven lo condenaron a cuatro años y 10 días por robo de vehículo y asociación para delinquir. "La camioneta se la robaron y la dejaron enfriando. Se la mandaron a buscar al más pendejo. Él fue el único que cayó".
Le tramitan el beneficio de libertad. H.S llevó hace una semana junto con el abogado un oficio para que le hagan las pruebas psicotécnicas. Pero, en Mérida, necesitan el expediente. Pagó tres mil bolívares, "porque eran cinco mil porque aquí todo es plata, plata y plata", a un custodio para que lo sacara de Sabaneta y se lo entregaran.