Los amigos, vecinos y compañeros de la línea de taxi, junto con Vílchez, trancaron la vía para exigir a las autoridades competentes a que se "manifiesten en torno al caso". En la Policía científica les dicen que ya el caso está por Fiscalía, pero en tribunales "no saben nada"
Por José Antonio González / La Verdad
La angustia que viven los Párraga los llevó a las calles marabinas. Desiré Vílchez, esposa del taxista Alfredo Venancio Párraga, organizó una protesta en la calle 93 Padilla con avenida 8, ayer en horas de la tarde. Hace 11 días su pareja desapareció junto con tres pasajeros y nadie sabe darles respuestas. Kevin, el mayor de sus hijos, suplica: "¡Papi, quiero que vuelvas!".
Los amigos, vecinos y compañeros de la línea de taxi, junto con Vílchez, trancaron la vía para exigir a las autoridades competentes a que se "manifiesten en torno al caso". En la Policía científica les dicen que ya el caso está por Fiscalía, pero en tribunales "no saben nada".
Al menos 15 carros de la línea de taxi MaraTour, con globos blancos, trancaron el paso. Juan Carlos Azuaje explicó que Párraga es un padre de familia, trabajador, "sino fuese por eso, no estaría protestando". En la línea lleva dos años y ese tiempo nunca tuvo problemas con algún cliente o directivo de la misma.
"Pupucho", como le decían cariñosamente, acostumbraba a trabajar desde las 3.00 de la tarde hasta las 10.00 de la noche "cuando mucho", agregó el taxista. Para todos es extraño que se lo llevaran sin emitir alguna señal de vida.
Alfredo Párraga, padre del conductor, pidió a los responsables que tengan consideración con la familia, "queremos que vuelva". Los hijos del taxista no duermen bien ni comen. Las familias de los demás desaparecidos no se han comunicado más con Desiré. "Mi hijo me dice que no quiere vivir sin su padre".
Carro abandonado
Alfredo salió a las 10.00 de la mañana de su casa el pasado 27 de marzo. Le prestaría servicio a Alejandro Márquez, un vecino, buscaron a Roberto Ferrer y a Luis Ramírez. A las 4.00 de la tarde su esposa habló con él, dos horas después le escribió un mensaje para saber cómo estaba, pero este nunca le respondió.
Desiré lo llamó horas más tarde, pero el celular estaba apagado, lo que la alarmó y esperó un tiempo prudencial para comunicarse de nuevo. A las 9.00 de la noche recibió una llamada, era de la línea de taxi MaraTour para indicarle que el carro de Párraga, un Hyundai verde, estaba abandonado en la segunda etapa de El Soler, en San Francisco. Con las llaves en el asiento, sin el radio de la línea y el equipo de sonido del vehículo.
"'Puchungo' iba a la línea a trabajar, cumplía con las normas y no se metía en problemas. Si no, no estaríamos protestando". Juan Azuaje, taxista.
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