"No te mato aquí mismo porque se me acabaron las balas" le decía con frecuencia a los oficiales que vivían en su territorio, el oeste de Maracaibo. La Policía lo investigaba como autor material de al menos 15 homicidios. Su banda habría participado en una docena. También se dedicaban al robo de vehículos
Por José Antonio González / Diario la Verdad
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El último homicidio del temible "Larry"
La astucia de un delincuente va más allá del accionar un arma y asesinar a sus víctimas. Larry Morán (22), apodado el "Larry el Temible", azotaba diferentes barriadas del oeste de Maracaibo y con facilidad se escapaba de la justicia y hasta de sus enemigos. Los disfraces eran parte de sus habilidades.
Los vecinos perdieron el miedo de ser víctimas del hampón, comentó un oficial. Por las calles del barrio El Despertar, Las Trinitarias, Nuestra Esperanza, Rey de Reyes, Ezequiel Zamora, 19 de Abril y demás sectores cercanos, Larry mataba a sus víctimas por placer y luego salía a las calles vestido de mujer y con diferentes identidades. "Se depilaba las cejas y se pintaba el pelo".
El "Temible" hasta acosaba a los novatos de la Policía científica que viven en su territorio. Los robaba y en vista de que no portaban armas, les quitaba el dinero y sus objetos de valor. A algunos les llegó a comentar: "No te mato aquí mismo porque se me acabaron las balas".
La Policía explicó que además de robar y matar, su delirio eran las motos. Se quedaba con todas las que le gustaban. "Cuando atravesaba el barrio y veía una que le gustara se la quitaba al dueño. En ocasiones, caminaba por las calles con el arma en mano y vociferaba que tenía ganas de matar a alguien. Señalaba a su alrededor y seguía".
Nacido para delinquir
Su prontuario se extiende a 14 homicidios, desde pequeño ya incursaba en el ámbito delictivo. Según la causa N° 2M-489-11 con Sentencia N° 60-11 del juzgado segundo en funciones de juicio del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 5 de diciembre de 2011, lo implican y acusan por el delito de robo agravado en calidad de coautor. Para esa fecha tenía 17 años.
Junto con Guillermo Chacín y tres sujetos ingresó en una casa sin número, de la calle 4, con avenida 1 del sector Los Bucares, robándose un Ford Zephyr, gris y azul, placa AEF-149; donde los criminales se montaron y huyeron del lugar. Siendo apresados junto con dos mujeres, Yésica Colmenarez y Liset Medina, en el estacionamiento de un centro comercial en el sector San Miguel.
Sus intenciones no quedaron en solo robar vehículos y no seguir cursando el bachillerato. Su poder era dominar el sector donde se crió. Cuatro años más tarde, era el líder de su banda. Disparaba contra comisiones policiales. Pese a ser hijo de un funcionario activo de la Policía regional, nunca encontró freno.
Ayer, el padre de Larry se presentó en la morgue de Maracaibo para retirar el cuerpo de su hijo. El oficial y sus parientes se mostraron renuentes a brindar declaraciones. Morán será recordado en los barrios del oeste de Maracaibo por sus actos descontrolados.
Un psicópata que mataba por placer
Las cejas perfiladas, una manta guajira y una gorra eran los atuendos que utilizaba “Larry” para acercarse a sus víctimas y ejecutar el homicidio sin dejar evidencias.
Además, el abatido se ocultaba en el disfraz de mujer wayúu para evadirse de las autoridades. El joven, con tan solo 18 años, tenía amplio prontuario policial. Encabezaba la lista con más de 16 homicidios, identificado en todos.
Fuentes policiales precisaron que “Larry” era un “cocoseco” que disparaba sin contemplación y sin ningún propósito definido.
Autoridades lo describieron como un psicópata que disparaba por placer; la frase más utilizada por este tipo de personalidad era: “tengo ganas de matar a alguien”.
Los barrios La Esperanza, Las Trinitarias, El Despertar, La Chamarreta, eran algunos de los sitios que frecuentaba el gatillero, quien en su momento alegó a la comunidad que estaba encargado de limpiar el barrio de los delincuentes.
En el prontuario también resalta varios atracos a funcionarios policiales. “No te mato porque no tengo munición”, eran las palabras que expresaba “Larry” cuando despojaba de las pertenencias con una pistola sin balas.
Guerra entre bandas
Larry Morán, el "Temible", sostuvo durante años enfrentamientos con la banda de Yorwin José Fonseca, el "Cabezón", también azote de Las Trinitarias. La guerra nace de un sicariato que perpetró Morán contra el hermano de Fonseca.
El 29 de abril se disputaron el control de Las Trinitarias y Nuestra Esperaza de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante. Erwin Enrique Martínez Andrade (19) y Luis Guillermo Labarca (25) terminaron asesinados. El "Júnior" fue el único sobreviviente.
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