Manuel Espinoza escapó luego de torturar a la familia con la que convivió un año. La única sobreviviente tiene cinco meses. Su llanto alertó sobre el cuádruple crimen
Ysbel Carolina Gil / Fotos: Dabelis Delgado / noticias@laverdad.com
Manuel Espinoza (27) golpeó, estranguló y violó a su cónyuge, Ireily Carolina Ortega (25) y sus tres hijastros, Miguel Efraín Ortega (9), con discapacidad en una de sus piernas; Yusbelis Carolina Ortega (8) y Manuel José Ortega (6) dentro de la única habitación de un rancho en el callejón Ayacucho del barrio Santa Rosa de Agua. La única sobreviviente tiene tres meses, su llanto alertó del crimen, la encontraron cerca de los cadáveres.
Los Ortega encontraron la puerta de madera trancada con una cadena y un candado. Usaron a unos niños para que entraran por la ventana y estos hallaron, en la habitación de tres metros cuadrados, a las víctimas. Los cuerpos de los niños los encontraron boca abajo en la cama con los pantalones rotos, la niña estaba sobre la cama boca arriba desnuda y la madre estaba desnuda en el suelo. Todos ensangrentados.
Patricia Ortega, tía de la víctima, dijo que el hecho ocurrió a las 10.00 de la noche cuando los vecinos escucharon los gritos, pero como ellos siempre peleaban pensaron que era una discusión más. A las 11.00 de la mañana reportaron el cuádruple homicidio a la Policía regional. Del asesino no había rastro.
A la residencia acudieron efectivos de la Policía científica y el Fiscal 35 del Ministerio Público, Américo Rodríguez. Los cuerpos los envolvieron con sábanas y los llevaron a la morgue para la necropsia.
Deisy Ortega, madre y abuela de las víctimas, dijo que Ireily Carolina era ama de casa y juró que en la comunidad la querían mucho. Los niños estudiaban. Comentó que la pareja discutía a diario, entre ellos tenían problemas casi todos los días por celos, pero nunca la había maltratado físicamente. Tenían un poco más de un año de relación. Ninguno de los pequeños eran hijos suyos.
Historial de violencia
Manuel Alejandro Espinoza Roa es oriundo de Valera y en el año 2012 lo denunciaron por acoso y hostigamiento. La Policía informó que lo buscaban por porte ilícito de arma y por pertenecer a una banda que azota la parroquia Juana de Ávila.
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