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9 de septiembre de 2015

Greisy vio cómo mataban y violaban a sus tres hijitos


Santa Rosa de Agua se une al dolor de los Ortega. Ayer hicieron un recorrido con las víctimas antes de sepultarlos en el cementerio San Sebastián. La Policía rastrea a Manuel Espinoza por todo el estado

José Antonio González / Fotos: José Nava / Diario La Verdad

Los cuerpos de seguridad buscan al “Monstruo de Santa Rosa”, mientras que un barrio llora el asesinato de unas de sus familias. Manuel Alejandro Espinoza Roa (27) huyó con 57 mil bolívares y droga luego de maniatar, golpear, violar y asesinar a sus hijastros, Yusbely Margarita Ortega Hernández (7), Manuel José Ortega Hernández (6), Miguel Efraín Ortega (9); y a su mujer, Greisy Carolina Ortega (25) a quien conocían como la “Greña”.

La autopsia corroboró que todos sufrieron violencia sexual y fractura en el cráneo. Uno de ellos tuvo desprendimiento abdominal. La “Greña” tenía dos heridas por arma blanca en su cabeza. “El desgraciado le apuñaló la cabeza”, comentó un allegado en la morgue.

Las autoridades desplegaron un operativo especial de búsqueda; participan la Policía nacional, la Policía regional, la Guardia Nacional y la Policía científica. Todos los funcionarios guardan la fotografía del “Monstruo de Santa Rosa” para reconocerlo y atraparlo. En la morgue de Maracaibo la familia se mantuvo unida. Reconocieron que les tomó por sorpresa el hecho, pues no esperaban que él fuese capaz de tan atroz trance.

La pareja mantenía una relación desde hace 12 meses. Las hermanas contaron que la "Greña" lo rescató del mundo de la calle y lo hizo gente. “Él se mantenía en el centro, lo conocían como el ‘Gocho’, fumaba drogas y dormía en la calle”. Detallaron que desde que se unieron, tenía donde dormir y reflejó una mejor semblanza en su rostro.

Espinoza atendía el hogar, bañaba a los pequeños, preparaba y les servía la comida pero “era un celoso sin frenos”. Mary Ortega, hermana, dijo que discutían muy seguido por sus celos. "Hasta dentro del hogar la celaba. Un día nos tomábamos unos tragos y mi hermana me lanzó un beso y él por eso la golpeó. Yo los separé pero pensé que eso era por el alcohol”.

No dejaron de recordar que se rumoró hace años que estuvo implicado en varios asesinados en el estado Trujillo y que su anterior mujer lo había dejado por sus ataques.

Sin compasión

La noche del pasado domingo, antes de que consiguieran los cuerpos sin vida, se escuchó dentro del rancho una pelea. Una vecina, que prefirió no identificarse, indicó que usó las sábanas para amarrar a todos. Violó, golpeó y ató a la esposa para luego hacerlo con el resto. “Después que ella estaba sin fuerza, violó y mató a los hijos de Greisy delante de sus ojos”. La vecina siente que lo hizo para hacerla sufrir antes de quitarle la vida.

Las investigaciones de los detectives arrojaron además que en la vivienda vendían sustancias estupefacientes, y que en una bolsa, en una de las habitaciones estaba un dinero del “negocio”. Un total de 57 mil bolívares se llevó en sus bolsillos el “Monstruo de Santa Rosa” y el resto de la droga que quedaba.

Viacrucis de dolor

Los vecinos de Santa Rosa recibieron los cuatro féretros y los trasladaron hasta el rancho. Los Ortega se abrazaban entre sí, mientras que un vecino, experto en preparación de cuerpos se prestó para recuperar y preservar un poco más los cuerpos, ya que "en la morgue los entregaron descompuestos. Dentro de los ataúdes había moscas", denunció.

La familia esperó durante más de siete horas para que les entregaran los cuerpos. Reclamaron que los funcionarios de la morgue señalaron a la funeraria por no preparar el cuerpo a tiempo y no retirarlo. En el lugar se presentó Carolina Leal para agilizar el proceso. La comunidad y la familia interpondrán una denuncia formal por entregarles los cuerpos descompuestos.

“Jíbaro profesional”

El consumo y distribución de drogas en la barriada es conocido por todos, además de las cuatro bandas que lo dominan. No obstante, una fuente explicó que Manuel era todo un “profesional en su negocio, vendía y hacía de las suyas sin ser de alguna banda”. Fue cuidadosa en explicar que no vociferaba sus acciones ni actuaba como un “bocón” en el callejón Ayacucho.

La familia pidió justicia a las autoridades. La “Greña” era la mayor de cuatro hermanas y vivía por su marido y sus hijos.

Agradecimiento

La comunidad y los Ortega agradecieron a Carolina Leal, funcionaria pública de la Alcaldía de Maracaibo por otorgarle a la familia cuatro fosas en el Cementerio San Sebastián y a la Gobernación del Zulia por costear todos los gastos funerarios.

Cifras

7 horas permanecieron los cadáveres en la morgue forense.

57 mil bolívares y drogas se llevó de la casa, en Santa Rosa de Agua.

12 meses tenía la "Greña" con Espinoza antes del múltiple homicidio.

30 minutos tardó el homicida en matar a los niños y a su mujer.


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