Su vecino de 9 años le disparó de forma accidental; el arma es de un primo
MARÍA ISOLIETT IGLESIAS | EL UNIVERSAL
Después de apretar el gatillo, el jovencito de nueve años soltó el arma e intentó auxiliar a su amigo de diez años.
Trató de sacarlo del cuarto donde ocurrió el accidente. Pero no pudo llevarlo lejos. En el pasillo del apartamento, su amigo se desvaneció y dejó de respirar.
El niño de diez años, poco antes de las 2 de la tarde del miércoles, recién había llegado del colegio. Estudiaba sexto grado, contó su abuelo Aldo Roso, en el colegio Paz y Bien, ubicado en Los Jardines de El Valle. Antes de recibir a su amigo, vecino del piso tres de las Residencias Nueva Tacagua de El Valle, el niño llamó a su papá para que lo fuera a buscar, tal y como lo hacía diariamente. Con él pasaba las tardes, pues su mamá trabaja.
El papá del pequeño le dijo que iría a buscarlo pero un poco más tarde. El niño que vivía en el piso dos recibió a su vecino y ambos comenzaron a jugar con un arma de fuego que un primo del niño de diez años había dejado en la casa.
Mientras la manipulaban, lograron sacarle el peine con las balas, pero una de ellas se quedó, sin que ellos se dieran cuenta, en la recámara del arma.
Cuando el menor de nueve años jugaba, a eso de las 2:15 de la tarde, se le disparó la pistola, y el proyectil fue a dar directo a la espalda de su amigo, de diez años de edad.
El pequeño de nueve años está detenido. Y este jueves lo llevaron hasta la sede de la Medicatura Forense para hacer exámenes de rigor que comprobaran que no había sido maltratado durante el tiempo de la captura.
De acuerdo a lo que contó el abuelo del niño fallecido, los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, buscan al joven de 18 años que dejó el arma escondida en la casa del niño que murió, pues el arma está solicitada por robo, según se pudo conocer.
En supuesto enfrentamiento
Los familiares de Gabriel Carrero, de 20 años; Jesús Subero, de 25 años, y Levis Matei, de 26 años, denunciaron que efectivos del Cicpc, adscritos a la subdelegación del Oeste, los asesinaron. "Eso no fue un enfrentamiento. A mi esposo, Gabriel, lo sacaron casi desnudo de la casa y a mi bebé de cuatro meses la apuntaron con un arma", dijo Yosimar Rivas, cuando llegó a la morgue.
El hecho se registró este jueves a las 5 de la mañana. Los efectivos, según contaron, llegaron a esa hora hasta el callejón Las Madres de La Silsa y entraron a 30 casas. Sacaron a los hombres, pero a esos tres se los llevaron hasta una parte solitaria y les dispararon. La policía dice que fue un enfrentamiento, los deudos no.