Anderson Rincón, oficial jefe de la Policía regional, siguió al funcionario de la Policía científica por no obedecer la voz de alto. La balacera se llevó acabo el viernes en la noche, en el barrio Torito Fernández del sector El Marite
Por Luisana González / Foto: Iván Lugo / La Verdad
Durante labores de patrullaje, el viernes a las 11.00 de la noche, el oficial jefe de la Policía regional, Anderson Rincón (30) le dio la voz de alto a dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta por el barrio Torito Fernández del sector El Marite. Estos hicieron caso omiso, siguieron su camino y luego se enfrentaron a tiros. Rincón quedó herido, pero abatió a Jhonatan Enrique Álvarez Urdaneta (28), quien resultó ser detective activo de la Policía científica en la subdelegación Paraguaipoa. Su pariente, Michael David Loaiza Esis (19), también falleció.
Las autoridades de la Policía científica aseguraron no poder dar ningún tipo de información sobre el caso. Sin embargo, Jairo Ramírez, secretario de Seguridad y Orden Público, informó que la persecución se produjo luego de que la Policía regional recibiera la denuncia de que en la zona dos motorizados habían perpetrado un atraco.
El pasado viernes el oficial Rincón se encontraba patrullando en la barriada en compañía de una funcionaria. Estos, al recibir la alerta, se activaron y al ver a los dos sujetos en una moto por la avenida principal les dieron la voz de alto. Álvarez y Loaiza siguieron su camino, aceleraron la velocidad y en ese momento se produjo la persecución.
Los presuntos vándalos se enconcharon en una residencia de la barriada y al llegar la Policía regional con refuerzos se enfrentaron, cayendo abatidos. A ambos los levantaron del suelo, los subieron a una de las unidades y los trasladaron hasta la emergencia del Centro de Diagnóstico Integral de La Platea, en El Marite, donde llegaron sin signos vitales.
En el centro médico los doctores, al sacarle su credencial de uno de los bolsillos del pantalón, se percataron de que Jonathan era funcionario de la Policía científica
En el intercambio de disparos el oficial Rincón recibió cinco balazos. Tres en el abdomen y dos en las piernas. Lo llevaron al Hospital Universitario, donde le extrajeron los proyectiles y un riñón. Su estado de salud hasta el cierre de esta edición era estable.
“El agente del CICPC y su acompañante se metieron en la casa de unos allegados, allí comenzó el enfrentamiento. Se está realizando el análisis técnico para determinar qué ocurrió, así como recogiendo los testimonios de quienes presenciaron el hecho. Será la Fiscalía el organismo encargado de aclarar las responsabilidades pertinentes”, expresó Ramírez.
“Se equivocaron”
Los familiares de Jhonatan y Michael no quisieron dar mayores detalles sobre lo ocurrido. Solo aseguraron que los mataron “por equivocación, pues ellos no son ningunos malandros”.
Un pariente contó que Jhonatan le pidió a su sobrino político, Michael, que trabajaba como mototaxista, que lo llevara hasta el barrio Torito Fernández para ir a cobrar un dinero.
Jhonatan para el momento cargaba consigo su arma de fuego asignada por el cuerpo detectivesco. Michael al parecer también estaba armado, pero no tenía porte legal.
1 cpbez herido y dos batidos, entre estos un cicpc, es el saldo del enfrentamiento en Torito Fernández.
“El Ministerio Público garantizará la legalidad de la investigación y es el encargado de determinar las responsabilidades en el caso”. Jairo Ramírez. Secretario de Seguridad y Orden Público.
Jhonatan Enrique Álvarez Urdaneta (28). Era detective de la Policía científica, subdelegación Paraguaipoa. Vivía en el barrio Zulia.
Michael David Loaiza Esis (19). Era el mayor de dos hermanos. Trabajaba como mototaxista. Vivía en el barrio Zulia y dejó un hijo de nueve meses en la orfandad.
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