La colocación de una barricada en la avenida El Milagro por parte de un grupo de manifestantes fue el detonante para la arremetida. Según relataron los habitantes del conjunto residencial, la protesta inició a las 11.00 de la noche
Por Verónica Albarrán / La Verdad
“Entiendo que la Guardia Nacional cumpla con su trabajo de disolver la guarimbas, pero no comprendo por qué arremeten contra los vecinos que a esa hora de la madrugada dormíamos en nuestros apartamento”, expresó Peggy Sánchez, residente de las Residencias San Martin en El Milagro, quien detalló que el bombardeo de lacrimógenas y perdigones inició alrededor de las 2.00 de la mañana de ayer.
La colocación de una barricada en la avenida El Milagro por parte de un grupo de manifestantes fue el detonante para la arremetida. Según relataron los habitantes del conjunto residencial, la protesta inició a las 11.00 de la noche. Al llegar los funcionarios castrenses los jóvenes se dispersaron, unos minutos después las detonaciones comenzaron a despertar a los vecinos.
Aunque en esta ocasión las bombas lacrimógenas no rompieron ventanas de los apartamentos, si llegaron hasta las puertas de los mismos. Julio Reyes, padre de familia, vive en el piso 16 junto a su esposa y dos hijos menores de edad, ambos sufren de asma.
“Cayeron dos bombas en la puerta de mi apartamento, por supuesto el gas penetró a la casa. Tuvimos que dar carreras porque mis niños comenzaron a sentir los efectos del gas tóxico, temíamos que pudieran tener un episodio asmático. No estoy de acuerdo con esta situación”.
Ante las actuaciones “excesivas” de la Guardia Nacional en contra del conjunto residencial, Peggy Sánchez, manifestó sus dudas en torno a la disposición de paz y diálogo del Ejecutivo nacional. La madre de familia aseveró que no se justifican las armas dirigidas hacia familias enteras, niños y ancianos que habitan en el urbanismo.
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