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Se agudiza la indignación militar en la cárcel de Sabaneta. Ayer presentaron a 10 sargentos de la Guardia Nacional supuestamente involucrados en la fuga temporal de un número indeterminado de reclusos del área de Máxima. Pero los uniformados reconocen que deben ser al menos 23 los funcionarios detenidos por hechos de corrupción. Procesan también a cuatro custodios.
El área de Rehabilitación, el verdadero nombre de la zona conocida como Máxima, está custodiada por las garitas número 7, 8, 9 y 10. Cada una tiene cinco militares entre las dos guardias diurnas y nocturnas. Además, existe un uniformado que hace “recorrido”, es decir, que vigila que todos los militares estén en sus puestos. Además, sus superiores, conocedores de cualquier movimiento, son un teniente y un capitán. En total, serían 23 los uniformados presos, o al menos a declarar ante las autoridades.
Por eso decidieron hablar. La fuga y posterior muerte de Pedro Caldera desnuda las mafias que existen en la cárcel con la anuencia de los uniformados. “Caldera” debió pagar al menos 200 mil bolívares a todo el grupo de uniformados para que le garantizaran la entrada y la salida a él y sus acompañantes. El líder de Máxima salió a las 4.00 de la tarde por la puerta principal.
Fuentes penitenciarias aseguran que “Caldera” no fue el único que salió de paseo la semana pasada. Douglas Perche, pram del área de Procesados Militares, habría salido el viernes y regresado el sábado por la entrada del anexo femenino.
Cuando mataron a “Caldera” estaba con otros reclusos. Pese a que aún no se confirma, además del “Tití” y el “Ovejo”, también estaban con el “Guary” y el “Nenuco”, ambos miembros de su ejército personal interno. La Policía científica no ha hablado al respecto. Pese a que las autoridades aseguran que el “Ovejo” fue detenido, las fuentes internas juran que ese recluso logró escapar de las balas de los funcionarios y regresó a la cárcel por sus propios medios. Los militares le habrían abierto las puertas.
Al cierre de esta edición se desconocía si habían privado de libertad a los detenidos. Sus familiares permanecían en las afueras de tribunales en espera de la decisión.
Cambios
El hecho en general provocó que el Ministerio de Servicios Penitenciarios enviara una comisión desde Caracas. En las conversaciones también participaron los funcionarios de Táchira, Mérida y Lara. Hay tensión en los pabellones por posibles traslados a otros penales.
Robert Sutterland, actual director de la cárcel, declaró ante la Policía científica. Se espera que lo remuevan de su cargo. Uno de los nombres que suena para asumir Sabaneta es el de Nelson Bracca, quien era director de la cárcel de Uribana, Barquisimeto, cuando los militares lograron el control al del penal.
