María Balza, madre de la niña de dos años presuntamente violada en Los Puertos de Altagracia, exige justicia. Quiere que quien abusó de su bebé vaya preso. La pequeña se recupera en el hospital. Permanece en un cuarto aislado y con vigilancia. Sus vecinos exigen que atrapen al responsable. Temen por otros niños
Por Aunary Finol / laverdad.com
En horas de la tarde de ayer, médicos forenses de la Policía científica de Cabimas llegaron al Hospital Doctor Hugo Parra León para evaluar a la pequeña de dos años a quien presuntamente violaron el pasado 17 de agosto. Hasta ahora se desconocen los resultados debido al hermetismo del caso que es llevado por el Consejo de Protección y Polimiranda.
La pequeña la mantenían aislada en un cuarto y bajo custodia policial. Solo se le permitía la entrada a su padre, Misael Pinto. Este martes fue pasada al piso de hospitalización. Se mantiene estable y mejorando satisfactoriamente. “Ya está comiendo y camina. Mañana nos entregan el resultado, no nos dijeron nada”.
Tragedia
Como de costumbre, María Balsa (madre) se encontraba en casa de una vecina compartiendo un café, su hermana y su hija la acompañaban. Minutos más tarde fueron a ver televisión las pequeñas. Al no escuchar a la menor, comenzó a llamarla y se percató de que no se encontraba en la casa a eso de las 11.00 de la mañana. En vista de que no aparecía, la búsqueda se hizo por las residencias más cercanas y luego en todo el barrio.
La comunidad se activó para buscar a la niña. Cinco horas más tarde, una de las vecinas encontró su ropa interior y tras seguir caminando, la vio tirada en un matorral, alrededor de las 4.30 de la tarde. Estaba a unos 200 metros de su casa. Tenía su cuerpo lleno de sangre y arena. Los bomberos la trasladaron a la emergencia del hospital de Los Puertos de Altagracia, donde fue examinada por un médico pediatra, quien informó para el momento que la niña presentaba un cuadro de deshidratación.
Sospechas
Los familiares y vecinos sospechan de algunos jóvenes del barrio que regularmente utilizan la parte más enmontada para consumir drogas. La Policía municipal de Miranda ya ha interrogado a dos hombres para conocer la identidad del responsable. Sin embargo, no hay detenidos por el caso.
La comunidad reprocha el hecho y está dispuesta a colaborar con los organismos de seguridad. Manifiestan que en El Florido residen aproximadamente 100 familias y en cada una hay entre cuatro y seis niños que pudieran ser víctimas de un presunto violador en la zona.
