Cuatro heridas de arma blanca presentó José Julio Gelvez Luna entre el pecho y el abdomen. La Policía científica detuvo a Nathaly Ivonn, pareja del sexagenario, como sospechosa principal. Presumen que el homicidio lo provocó una discusión marital
Diario La Verdad
Tres horas duró la agonía de José Julio Gelvez Luna, de 62 años, luego de que su pareja, Nathaly Ivonn, 37 años menor, presuntamente lo atacara con un cuchillo mientras dormía. Herido, el anciano corrió desde la habitación a la sala y allí se desvaneció.
Los vecinos de la vereda Venezuela del sector La Ovejera, municipio Junín, en Táchira, reportaron la novedad a la Policía en la madrugada. Los gritos del sexagenario no los dejaban descansar. Creyeron que unos delincuentes habían ingresado a su casa y temieron lo peor.
Los oficiales encontraron al anciano en el piso, mientras a pocos metros su pareja lo contemplaba. Tenía cuatro heridas de arma blanca entre el pecho y el abdomen. Inmediatamente lo trasladaron hasta el Hospital Padre Justo de la localidad de Rubio, pero luego, debido a su crítica condición, se le remitió al Hospital Central de San Cristóbal.
Los médicos lo intervinieron de emergencia, aparentemente presentaba hemorragia interna. Luego lo llevaron a una de las salas de observación, su condición se complicó y tras tres horas de agonía dejó de respirar.
Los funcionarios de la Brigada Contra Homicidios de la Policía científica, subdelegación Rubio, se trasladaron a la residencia, detuvieron a la sospechosa y comenzaron las investigaciones. Hasta ahora se maneja el caso como un crimen pasional. Creen que antes de que se retirara a descansar el anciano tuvo una discusión con su pareja.
Asombro
Los familiares del anciano aseguraron a los periodistas que desconocían mayores detalles de lo sucedido. Su pariente solo les dijo que la muchacha, de 25 años, era la culpable y que ahora ella está detenida. Esperan que en el transcurso de las horas se aclare todo. Ellos tenían años de convivencia y nunca mostraron tratos violentos.
4 heridas contabilizó la Policía científica en el cuerpo del sexagenario.
