Gilberto José Díaz González, hermano del polimaracaibo y quien presuntamente robó al soldado luego de su muerte, está prófugo. Erwing Rodríguez, Yinner Alfredo Zuniaga Medina y Wilinder Pichardo son los tres detenidos por el crimen del soldado Alejandro Paz. Ayer en la mañana los presentaron ante la fiscalía cuarta del Ministerio Público
Por Luisana González / laverdad.com
Tres detenidos y un prófugo de la justicia hay por el homicidio de Alejandro Paz Antúnez (24), soldado del Ejército, ultimado el miércoles a las 7.00 de la mañana por su suegro, Erwing Rodríguez (30), oficial activo de la Policía municipal de Maracaibo. Los familiares del occiso se encuentran devastados ante su pérdida. Piden que los culpables de su muerte paguen con cárcel el crimen cometido.
Yinner Alfredo Zuniaga Medina (22) y Wilinder Pichardo (21) son los otros dos detenidos. A los jóvenes los esposaron al igual que al policía por realizar declaraciones falsas con el propósito de favorecer a Erwing, reveló una fuente extraoficialmente, quien además indicó que ayer en horas de la mañana los tres aprehendidos fueron presentados ante la Fiscalía cuarta del Ministerio Público.
Gilberto José Díaz González es el prófugo y hermano por parte de madre del polimaracaibo señalado como el autor material del crimen. La Brigada A del Eje de Homicidio de la Policía científica está tras su pista.
Sin consuelo
Viviana Antúnez, madre de Alejandro, no encuentra consuelo alguno ante la pérdida del segundo de sus tres hijos, quien hace dos meses le reveló a su progenitora que estaba enamorado de Andreína, al parecer de 16 años, y ella de él. “Eso fue lo que mi muchacho me contó con alegría. Hasta me dijo que se quería llegar a casar con ella”, suspiró y siguió con su relato.
Con los ojos rojos inundados del dolor, contó que el 8 de diciembre del año pasado, día de las elecciones, el suegro de su hijo lo amenazó. “Ese día llegó Alejandro contándome que Erwing, el padrastro de su novia, le exigió que se alejara de Andreína porque si no lo mataría. Yo, intranquila ante la advertencia, aconsejé a mi muchacho para que se alejara de ella, que no valía la pena, pero él se negó porque aseguró que ambos se querían a pesar de la diferencia de edades y que su suegra, quien presuntamente también es funcionaria de Polimaracaibo, estaba de acuerdo con su relación”.
Antúnez desde la cocina de su hogar, ubicada en el sector J de la urbanización Ciudadela Rafael Caldera -conocida como Fundabarrios- del municipio San Francisco, donde residía el soldado, seguía lamentándose. “No entiendo por qué ese señor le quitó la vida a mi hijito. Él quería mucho a su hija. Tanto que al sonar el cañonazo me dijo: ‘Mami, prepárame un plato bien bonito para llevárselo a mi jeva’”.
Paz salió con su bandeja navideña a las 12.30 de la medianoche del miércoles. Paseó por el sector deseándole el feliz año a sus amigos y luego llegó a casa de su pareja. “Yo no lo vi más hasta las 4.00 de la mañana que volvió a su residencia, se bañó y vistió nuevamente, se colocó su bolsito y se fue de nuevo a que Andreína”.
Cuando el soldado le daba el beso de despedida a su novia, el padrastro borracho lo persiguió y lo golpeó hasta desfigurarle el rostro junto con su hermano Gilberto, quien está evadido y fue quien le arrebató el bolso que cargaba con su cartera y sus teléfonos. Luego Erwing al ver que se levantó adolorido le disparó por la espalda. Luego lo remató con unos tiros más por el pecho. En el sitio quedó y fue allí que llamaron a Viviana para avisarle que a su hijo lo había matado su suegro.
“Ese hombre cumplió su promesa y mató a mi hijo, quien era muy alegre y bailaba mucho conmigo. Escuchaba mucha champeta, vallenato y reguetón. Recuerdo que el sábado me dijo que quería pasear conmigo”. Viviana Antúnez, madre del occiso.
Alejandro Paz Antúnez (24). Será sepultado en el cementerio Oasis hoy en la mañana. Era soldado del Ejército en Fuerte Mara desde mayo del año pasado. El 25 de diciembre salió de permiso para pasar las navidades con sus seres queridos.