Debido a los bloqueos, los 220 choferes de la línea no podían adentrarse desde el casco central hasta el sector Amparo, punto final de la ruta. La afluencia de los pasajeros decayó, igual que la ganancia por los pasajes
Por Luzmila Mejía Smith / La Verdad
Con palas y guantes, un grupo de 15 conductores adscritos a la línea de transporte público del barrio San José se dispuso a derribar y recoger la barricada que desde el pasado lunes 24 de febrero los vecinos armaron en la esquina del semáforo de residencias Nazareth, en el sector Amparo, para impedir el acceso vehicular.
Limitarse a cumplir la ruta hasta la mitad y, por ende, obtener una reducción de más del 50 por ciento en sus ganancias diarias impulsó a Yumar Zambrano, presidente de la línea, a sumar a su grupo a la iniciativa de limpieza desarrollada por la intendencia de la parroquia Cacique Mara.
Debido a los bloqueos, los 220 choferes de la línea no podían adentrarse desde el casco central hasta el sector Amparo, punto final de la ruta. La afluencia de los pasajeros decayó, igual que la ganancia por los pasajes. En el bolsillo de José Quintero, transportista de la ruta, ingresan a diario 400 bolívares, pero la convocatoria de la Gran Barricada Nacional le bajó el presupuesto a 100 y 150.
“Estamos de acuerdo con la protesta, pero tenemos derecho a trabajar. De no salir a cumplir la ruta en la calle, no comemos. Nuestra ganancia es diaria. Nadie nos entrega un sueldo fijo”.
Los conductores no son los únicos afectados del sector. A las 7.00 de la mañana de ayer un niño de siete años se clavó en el pie un “miguelito” escondido en la barricada. Cuando Hermy Carrizo, intendente de la parroquia Cacique Mara, denunció la situación, el menor permanecía bajo atención médica en el CDI de la zona.
La limpieza en Amparo inició el miércoles a las 3.00 de la mañana; después de 16 horas la zona estaba desalojada. Sin embargo, en la madrugada del jueves, reclamó Carrizo, un grupo de 100 personas de las 80 mil que habitan en la parroquia se encargó de armar de nuevo la barricada.
La comunidad está alerta en caso de reincidencia. Exhortó a protestar de manera pacífica, sin generar desorden público en la parroquia.
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