Desde noviembre le habían jurado la muerte, aseguran desde el retén. Pese a que Jesús Torrealba tenía años como segundo en los dominios del pabellón C de El Marite, Polisur ofreció una rueda de prensa asegurando la captura de ambos como ladrones de carros
La Verdad
Para los hermanos Torrealba Parra, el retén El Marite representaba seguridad. Nadie los mataría porque allí, donde convivían con más de 500 reclusos, mandaban a punta de un cañón corto. El lunes asesinaron al menor de los hermanos, Jesús, en un supuesto enfrentamiento policial que nadie investiga, y desde entonces en el reclusorio aseguran que ya tenían la muerte jurada por parte de los mismos uniformados.
Los líderes del pabellón C del retén eran Eudomar y Jesús Torrealba Parra. El primero de ellos tiene 31 años y hoy está en su zona; y el otro, de 29 años, recibió varios tiros y hasta ayer a la 1.00 de la tarde su cadáver seguía en la morgue. Fuentes policiales de El Marite explican que ellos podían salir cuando quisieran, pese a que el proceso judicial en contra de ellos se mantenía. Cuando sentían algún riesgo de muerte afuera, hacían cualquier cosa por entrar.
Los funcionarios que ofrecen esa información aseguran que miembros de la Policía municipal de San Francisco han colaborado en ese caso. Toman como argumento el hecho de que, pese a que ambos tenían el liderazgo desde hace al menos dos años. Pero el pasado 13 de diciembre Polisur dio una rueda de prensa en la que el director, Danilo Vílchez, aseguró que los capturó robando un vehículo en el sector El Varillal, una zona que se sale de su jurisdicción.
Ese día presentaron a los hermanos Torrealba Parra como rateros miembros de una banda que se conformaba con robar algunos vehículos a la semana. Los enviaron al retén El Marite. "Lo cierto es que ya estaban amenazados por la Policía científica y pidieron ayuda para volver a entrar, porque ahí estaban seguros", dijo la fuente ayer.
Prames
Pese a que según Polisur, en la rueda de prensa de diciembre, se trataba de dos ladrones de carros, a Torrealba Parra lo abatieron en una costosa Tahoe de su pertenencia. No tenía ni un mes de haber salido del retén cuando lo asesinaron en ese supuesto enfrentamiento.
Los reclusos del pabellón C dan cuenta de que Jesús Torrealba y su hermano ganaban al menos 750 mil bolívares cada semana como la ganancia del "obligaíto" que los más de 500 reclusos debían pagar. Cancelaban 120 bolívares los miércoles y 150 bolívares los domingos, y vendían el medio gramo de cocaína a 120 bolívares y un tabaco de marihuana a 60 bolívares. También vendían la cerveza en 35 bolívares y hacían préstamos a los reclusos con el 25 por ciento de interés.
Entre las políticas de los hermanos Torrealba, contraria a las criminales normas de la extinta área de Máxima de la cárcel de Sabaneta, estaba la de colaborar con los reclusos hasta pagar la deuda. No los sometían a torturas ni cometían homicidios y ofrecían buen servicio de baño e incluso algunas plantas eléctricas en los años 2012 y 2013, cuando se agudizó la crisis eléctrica. Todo eso era para que cada nuevo que ingresara prefiriera entrar en el pabellón C y no en otra área. Eso engrosaba el número de internos y a la vez la ganancia de los líderes.
Los reclusos aseguran que la ganancia neta de los Torrealba era de 750 mil bolívares semanales. Ahora es un recluso llamado Jeancarlitos, quien acompaña a Eudomar en los pasillos que aún no controla la directiva del retén ni la Secretaría de Seguridad.
750 ganaban los prames del pabellón C del retén El Marite
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