La avenida 40 de la Villa Bolivariana en el municipio San Francisco fue el escenario del brutal homicidio. Los funcionarios del Eje Contra Homicidios señalaron la falta de autorización para evadir a los medios de comunicación
La Verdad
Eran la 1.45 del mediodía cuando los vecinos de la Villa Bolivariana, en el municipio de San Francisco, interrumpieron todas sus actividades al escuchar una ráfaga de detonaciones. Los sonidos provenían de la calle 159 con avenida 40, donde quedó el cuerpo de Hilario José Piña Zabala, de 49 años, quien era comisario jubilado de la Policía científica.
El exfuncionario salía ayer de una entidad bancaria, donde acababa de hacer un depósito, con dirección a su Chevrolet D-Max gris plomo, estacionada detrás de la sucursal bancaria. Unos desconocidos, a bordo de un vehículo cuyas señas se desconocen, dispararon en su contra. Al menos 40 impactos de bala alcanzaron su humanidad. Murió en el sitio. Los homicidas huyeron con dirección a la avenida 39 de la urbanización San Francisco.
Unos curiosos aseguraron que el carro tenía minutos rondando la zona. Luego se estacionó cerca de la institución financiera. Sus tripulantes apenas vieron a Piña lo acribillaron. Estiman que se escucharon unas 100 detonaciones. Tres automóviles resultaron afectados por las balas perdidas.
Evidencia
Esta vez la respuesta del cuerpo detectivesco no se hizo esperar. A las 2.10 de la tarde una comisión integrada por al menos 10 funcionarios llegó al lugar del crimen. Las experticias se iniciaron y lo primero que se supo sobre el homicidio es que el gerente del banco había confirmado, sin revelar la cantidad, el depósito y así quedó descartada la versión del robo. Además en las manos del occiso quedaron los recibos de la operación.
Las investigaciones condujeron hasta uno de los edificios situados en la misma calle donde había una cámara de vídeo que grabó el homicidio. Extraoficialmente se conoció que el registro audiovisual mostró cómo la víctima caminaba por la acera hasta su camioneta, estacionada en el otro extremo de la vía, cuando un carro pasó y Piña cayó víctima de sus heridas. Los motorizados nunca fueron vistos.
Los familiares del ultimado llegaron al lugar. Sin embargo, no emitieron declaraciones. Los funcionarios del Eje Contra Homicidio tomaron la misma actitud dijeron que no estaban autorizados para declarar para evadir a los medios de comunicación. El móvil no fue aclarado, pero las características del crimen hacen presumir de un homicidio por encargo.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que al comisario lo jubilaron prematuramente en 2009. Estuvo trabajando como jefe de investigación un tiempo en Polisur, por una estrecha relación con dirigentes en San Francisco.
Plomo limpio
No es la primera vez que las páginas de Sucesos reseñan el nombre de Hilario José Piña Zabala, de 49 años. Su identidad se publicó por primera vez en septiembre de 2013. El occiso y su hermano, Luis Piña Zavala, eran dueños de la casa donde funcionaba una armería clandestina en el sector El Manzanillo. Después de tres años de funcionamiento la residencia explotó. Por el caso no hubo detenidos y la investigación se engavetó.
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