Llegó sin signos vitales al Hospital Militar; una sobrina la trasladó hasta el centro hospitalario tratando de salvarle la vida. Los atacantes llegaron a la reunión caminando y escaparon igual. Mientras trataba de ponerse a salvo recibió un tiro en la nuca. Tres personas más resultaron heridas
La Verdad
Asomaron una pistola entre las rejas y gritaron: "¡Abran la puerta!". Eran cuatro hombres y habían llegado a pie hasta la casa donde se celebraba una fiesta infantil, en la avenida 11B con calle T del sector Monte Bello de Maracaibo.
Los delincuentes amenazaron a todos con las armas, sin importarles los niños presentes. Los invitados, asustados, lo único que pudieron hacer fue correr. Pero Leida Josefina Pérez Morillo, de 46 años, no tuvo mucha suerte. Recibió un balazo en la nuca mientras trataba de huir.
La tragedia sucedió a las 9.00 de la noche, tres horas después de que comenzó la fiesta infantil. Esa noche festejaban el sexto año de nacimiento de uno de los sobrinos de Pérez. Al momento del atraco la mujer estaba al lado de la reja por donde metieron la pistola.
Al verse el arma cerca, la ama de casa quiso seguir a los que corrían hacia la puerta trasera de la residencia que conecta con el garaje. La mujer no logró entrar a la casa.
Desesperación
Elizabeth Morillo, hermana de la fallecida, no pudo esconder las lágrimas a las afueras de la morgue forense de Maracaibo. Lloró desde el momento que llegó la furgoneta de la Policía científica al lugar. "Después que pasó el susto y los hombres se fueron, ya más tranquilos, la encontramos tirada en el piso. Ella era una mujer muy especial. A ella no le gustaba salir, esa noche lo hizo porque era la fiesta de su resobrino".
Con la ayuda de la familia lograron meterla en el carro de una sobrina y la trasladaron hasta el Hospital Militar, esperando salvarle la vida, pero en el camino no pudo hablar. Al ingresarla al centro de atención no tenía signos vitales.
Pérez no fue la única en recibir impactos de bala. También hirieron a los invitados Natalie Pineda, Naily Berrueta y Javier Méndez, que están siendo atendidos en el Hospital Adolfo Pons y el Hospital Universitario de Maracaibo. Se desconoce el estado en el que se encuentran y los lugares donde los alcanzaron las balas.
Los asaltantes huyeron luego de disparar. Los testigos no recuerdan cómo eran, solo los gritos que dieron al llegar a la fiesta. "Decían que les abriéramos, que era un atraco. Fue un momento desesperante", agregó la hermana de la occisa.
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