Ayer, a las 2.30 de la tarde, asesinaron al comerciante Levi Antonio Crespo, de 30 años. Los testigos relacionan el crimen con otros casos recientes y denunciaron que se trata de deudas con prestamistas extranjeros
Por Juan José Faría / La Verdad / Foto: Neuro Díaz
Los testigos contaron al menos 20 personas alrededor de seis metros cuadrados. Cuando escucharon las cuatro detonaciones, los vendedores, empleados y clientes corrieron en dirección al centro comercial San Felipe y algunos se lanzaron al suelo para esconderse bajo los puestos de metal que rodean la calle Independencia. Habían asesinado al comerciante Levi Antonio Crespo García, de 30 años. Ocurrió a las 2.30 de la tarde de ayer en el Callejón de los Pobres -casco central- y su esposa vio todo.
La mujer no podía hablar. Estaba sobre el cuerpo de su marido, que yacía justo al lado de su puesto comercial. Vestía una bermuda azul y unos zapatos de goma negros, y los oficiales de la Policía regional trataron de cubrir su rostro con una lona oscura. No impidieron que los curiosos sintieran repulsión al ver los restos de masa encefálica expuestos en el asfalto. Su esposa, que lloraba apoyando sus manos sobre el abdomen de su marido, se preguntaba por qué lo habían asesinado.
A esa pregunta respondieron solo algunos comerciantes del callejón de los Pobres. Que fue una deuda con los "paracos", dijeron, y que lo estaban siguiendo. Crespo llegó a las 2.20 de la tarde. Estacionó su moto frente al restaurante chino, caminó unos pasos y luego dobló a la derecha. Su esposa lo esperaba en el pequeño establecimiento. Cuando lo vio acercarse, se concentró en el muchacho que lo seguía.
La dama trató de decirle con los ojos que algo estaba ocurriendo, pero se controló cuando vio que el muchacho que le seguía le empujó el brazo y lo saludó con un choque de manos. Retrocedió unos pasos, sacó la pistola, apuntó y disparó. Fueron más potentes los gritos de la mujer que los disparos, porque el asesino utilizó un silenciador. La testigo cayó en crisis.
En ese momento los clientes abandonaron las prendas de vestir y los zapatos, y huyeron del pequeño espacio. Todos dijeron que nadie vio a dónde corrió el asesino; cada uno se encargó de resguardarse. Cuando estuvieron seguros de que todo estaba en calma, salieron de los establecimientos. Luego llegó la Policía.
Los funcionarios encontraron tres casquillos cerca del cadáver. Anotaron en un papel la identificación del muerto y trataron de resguardar la escena. A los comerciantes se les arruinó el día. Ya desde que comenzó el año se han quejado de las pocas ganancias que consiguen a diario y ayer lamentaron el acontecimiento criminal que, de seguro, bajaría las ventas.
Entonces al menos tres supuestos testigos llegaron a presumir que todo respondía a una deuda. Relacionaron este caso con el asesinato de Oscar de Jesús Carrillo (26), un comerciante que recibió un balazo el pasado 23 de marzo cuando caminaba por la avenida 9, a pocos metros de donde le dispararon a Crespo. Sospechan que los dos asesinatos tienen que ver con la existencia de un grupo de pestamistas ilegales que dicen ser miembros de grupos paramilitares colombianos. Incluso uno de los curiosos llegó a decir que las ventas habían bajado y a la vez las deudas han subido desde principios de año, cuando comenzaron los anuncios de las devaluaciones.
Este crimen ocurrió dos días después de la muerte de Edixon Rafael Galbán Mercado (37), dueño de un establecimiento de venta de ventiladores que recibió tres balazos en la cabeza el sábado en la tarde. Aunque sus familiares aseguraron que lo mataron por robo -los asesinos le quitaron una cadena y una esclava de oro-, la Policía científica investiga otros móviles, pues le crearon sospechas que para un atraco hayan participado al menos tres hombres, una camioneta, una moto, un doble cargador de pistola y que le dispararan antes, incluso, de que la víctima se resistiera.
3 balazos le dieron a Crespo ayer en el Callejón de los Pobres
12 muertos
Con el asesinato de Crespo cuentan 12 asesinatos los ocurridos en el casco central de la ciudad. Además de algunos casos aislados, los usuarios denuncian que los robos de teléfonos móviles se agudiza en esas zonas y solo entre el miércoles y el sábado de la semana pasada el Cuerpo de Policía del Estado Zulia detuvo a 11 asaltantes.
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