Sucesos: Los celos provocaron tragedia de Carlos y Jenni. Asesinato y suicidio

Por Juan José Faría / laverdad.com

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Foto: Laverdad.com

El hijo de la pareja fue testigo de los problemas maritales entre Carlos y la estudiante de Derecho. El mismo revólver que usó el comerciante para asesinar a su esposa y quitarse la vida, la desenfundó para defender a su familia durante un atraco en marzo pasado

Le empañaron el cumpleaños. De por vida. Fue el hijo de Jennireth Coll (27) y Carlos Novoa Zambrano (37) el testigo fiel de la tragedia que terminó el martes, pero comenzó hace años. Algunos, familiares y amigos, le advirtieron que la relación terminaría mal. No le dijeron que la relación terminaría con ellos.

Una amiga cercana de la muchacha lanza una reflexión a punta de lágrimas: en la mirada inocente del niño se escondía todo entendimiento de la situación. No era ajeno, sino víctima, y lo habría demostrado el martes cuando, aturdido por las seis detonaciones y en medio de la calle, le dijo a su tía de 14 años que su padre acababa de matar a su mamá. No vio los cuerpos, solo escuchó los disparos y, como vidente invisible en medio del conflicto marital, los vinculó directamente con Carlos Novoa.

Las amistades de Jennireth describen a Carlos como un celoso e inseguro empresario que no escatimaba en señalamientos de infidelidad contra su mujer. Novoa, de 37 años, era el heredero de una fructífera empresa de corrugación de láminas de metal ubicada en el kilómetro 14 de la vía a Perijá. La fundó su padre, de origen español, después de llegar al país al escapar de la dictadura de Francisco Franco.

Esta anécdota fue motivo de chiste una vez, pero hoy la consideran una premonición que pudo salvar dos vidas: la manicurista personal de Jennireth le escribió un mensaje de texto dándole hora de su consulta en su residencia. Jennireth respondió con una afirmación y un "miamor" de cortesía. Fue motivo de pelea y amenaza.

"Ella se lo esperaba. Él la amenazó muchas veces. Tenían peleas, y se separaron hace tiempo. Ahora pensaron que todo estaba bien", recuerda la mujer.

Las amigas de Jennireth cuentan que Carlos Novoa se divorció de su esposa, con quien tuvo un hijo, para mantener la relación con la joven muchacha. Él tendría entonces unos 30 años y ella apenas superaba los 20. El joven empresario se enfrentó a los supuestos desplantes de su familia y sostuvo el amorío hasta que decidieron formalizarlo.

Ya habían entregado las tarjetas de invitación al matrimonio cuando la chica le advirtió a Carlos que no quería ver a su familia en la boda. Él le respondió que entonces no habría unión que celebrar y el acto se canceló de inmediato. Pero la relación siguió. "Después de salir embarazada, ella sufrió una crisis postparto. Necesitaba ayuda".

Motivos

Los rumores de la tragedia comienzan con el supuesto mensaje de texto que la joven recibió de un funcionario de la Policía científica. Sus allegados solapan sus dudas en los celos de Carlos y justifican el mensaje: "Ella era pasante en la petejota de San Francisco. Cualquier compañero pudo haberle escrito un mensaje. No era motivo para matarla".

Carlos era de armas tomar. El pasado 7 de marzo, en horas de la tarde, Jennireth, él y su hijo salieron en un camión 350 y se fueron a pasear. Llegaron a un cajero automático en la avenida Delicias y dos delincuentes los abordaron mientras la muchacha esperaba frente al dispensador de billetes.

Carlos sacó su revólver y le disparó a uno de ellos. Luego al otro. Entonces huyó. El hecho causó malestar en toda la familia y se fueron de vacaciones a Cancún para calmar los nervios de ambos. Ya el niño tenía en su mente los disparos y el revólver.

Meses después, el pasado martes, el pequeño escuchó el mismo sonido frente a su casa. Solo hubo una testigo esta vez: la cuidadora del pequeño. Carlos había desenfundado el arma que una vez usó para defender a su familia, y con ella acabó con todo vestigio de la felicidad que mostraban a los vecinos a diario. Hoy, en dos capillas velatorias distintas, son el motivo de congoja y conversación de todo el municipio San Francisco.

Decidido

Carlos Novoa acabó, presuntamente, con José Fuenmayor (21) en la avenida Delicias, cuando este junto con su compinche, Keny Johan Urdaneta, trataron de atracarlo cuando sacaba dinero de un cajero automático. Huyó antes que lo pudieran detener para rendir declaraciones.

6 balazos disparó Carlos: cinco a su mujer y uno a él mismo.