Los funcionarios de la Policía científica están enfocados en investigar a fondo los hechos. Aún no manejan ninguna hipótesis ante el caso. Seguirán indagando para dar con la verdad. Gómez, madre de la niña herida, y Reny, principal sospechoso, serán investigados por el hecho "macabro"
Por Luisana González / laverdad.com
Con su cara de serio, fuerte ante la pérdida de Reinebeth Chiquinquirá Vílchez Bracho, de cinco añitos, a quien asesinaron al clavarle un puñal en el pequeño estómago, su padre, Renis Vílchez, con la voz temblorosa y los ojos inundados de lágrimas, habló sobre lo ocurrido.
Antes de contar su “tragedia”, reveló que los funcionarios de la Policía científica, subdelegación El Moján, detuvo a Rony, tío paterno de Reinismar Martínez, la niña herida, como principal sospechoso del caso. Al parecer el presunto homicida es “bebedor, drogadicto y fumador”. Los vecinos y los mismos familiares no tienen buenas referencias ante su persona.
El progenitor de la niña fallecida pasó las manos por los ojos, suspiró profundamente, agarró fuerzas para poder hablar y dijo: “Esto no puede quedar impune. Esto no puede quedar así, me mataron a mi razón de vivir”.
Frente a la morgue forense, donde esperaban la entrega del cuerpecito de su bebé, contó que todo empezó el jueves a las 6.30 de la mañana, cuando Keyibeth Bracho (24 años), madre de la niña, quienes viven en el sector Las Playas del municipio Mara, le hizo un bolsito con ropa a Reinebeth y la llevó hasta el sector Los Palos II de la parroquia Ricaurte, donde vive Yarimar Gómez (21), cuñada desde hace dos meses, luego que decidiera vivir en concubinato con Roberto Gómez, pescador.
Gómez accedió a cuidarla debido a que Bracho llevaría a su mamá a una consulta oftalmológica en un centro asistencial cercano. Confiando en los cuidados de la muchacha, se fue y manifestó que en la tarde del jueves regresaría por ella.
La encargada del cuidado de la chiquita bañó y vistió a Reinebeth, su sobrina y a sus dos hijitas, Reinismar Martínez (4) y una bebita de apenas ocho meses. Las dejó en una de las habitaciones jugando y se fue a la cocina a prepararles una sopa para almorzar.
Crimen
Cuando Yarimar Gómez terminó de hacerles la comida y se dirigió al cuarto para alimentarlas, se consiguió con la escena: su bebé de ocho meses jugando entre la sangre de las otras dos niñas.
Luego de que a las bebecitas las llevaran al Centro de Diagnóstico Integral para prestarles los primeros auxilios, las trasladaron al Hospital Universitario. Reinebeth llegó muerta y Reinismar, quien recibió la apuñalada en el cuello y el tórax, hasta ayer su estado de salud es estable.
Los padres de Reinebeth se enteraron a las 4.00 de la tarde de que a su hijita la habían asesinado. Quedaron en shock.
Sus progenitores, a pesar de que ya estaban divorciados, se unieron para darle su último adiós. Dijeron que el cuerpecito de su princesa lo velarían en la casa de su abuelita, ubicada en el sector El Cují, kilómetro 28 de la vía a El Moján. En el cementerio de El Moján le darán cristiana sepultura.
