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3 de marzo de 2014

Detalles de las 18 víctimas de las protestas (Claves +Foto)


Las protestas se han extendido por todo el país desde el 12 febrero, la Fiscalía General de la República contabiliza el fallecimiento de 18 venezolanos. Aquí los detalles y las claves de los 18 fallecimientos asociados a las manifestaciones.

Laura Weffer | Cristina González / Últimas Noticias

Juan Montoya. Lo asesinaron frente a su colectivo

Juan Montoya fue la primera víctima. Era líder del secretariado que agrupa a colectivos de la parroquia 23 de Enero y también portaba credencial de la Policía de Caracas. Su nombre apareció por primera vez en la opinión pública reseñado en 2008, cuando se lo vinculó con la colocación de objetos explosivos en la sede de Fedecámaras. Pero esa visión contrasta con la de quienes lo conocían en la intimidad. Se interesaba por el cine e hizo tres producciones a través del Colectivo Cine Popular; la más conocida, De quién viene la violencia, que está colgada en YouTube.

Padre de una muchacha de 22 años y dos varones, de 13 y 14 años, lo describen retraído y solitario. “Tenía un apartamento con vista al mar”, cuenta su hermano, Jonny Montoya. Hacía esculturas, pintaba y tocaba guitarra. Sus compañeros del colectivo lo describen como un líder con ideales de izquierda profundamente arraigados. Era “un policía humilde”, dice su hermano. La cartera negra en la que guardaba su identificación está desconchada. “Era un soñador al extremo; para comprenderlo, había que conocerlo”.


Bassil Dacosta. Una bala lo alcanzó mientras corría

A Bassil Dacosta lo alcanzó la muerte mientras corría para huir de los disparos. Estaba con un grupo rezagado de la marcha estudiantil.

Viajaba con frecuencia a la región andina para ver jugar a su equipo favorito del fútbol nacional, el Deportivo Táchira. “Se iba con sus amigos a San Cristóbal, así fuera pidiendo cola para ver los partidos”, recuerda su amiga Stefany Puerta. El tío de Dacosta, Juan Carlos Sierra, aclara que su sobrino no solo era espectador: “Él jugaba mucho los fines de semana y era muy bueno.

Le gustaba porque su papá también es futbolista”. Tenía seis años trabajando como carpintero en Guatire, ciudad donde residía. “Era carismático y alegre. A donde llegaba se daba a querer”, cuenta Sierra, quien celebra los valores inculcados por su madre. Afirma que Dacosta era un joven tranquilo y respetuoso. “Queremos que se haga justicia. No se puede quedar así. Esto ha sido muy fuerte para todos. Los amigos le han hecho homenajes muy bonitos”.


Roberto Redman. Un motorizado le disparó en la noche

Dereck Redman montó un altar en su casa con santos y vírgenes para rezarle todas las noche a su hijo, Roberto. Vivían ellos dos solos. Su mamá murió de cáncer en el año 2002 y él era hijo único.

La primera imagen que su padre usa para describirlo es “colaborador” y recuerda cómo se entregó a auxiliar a los damnificados de la tragedia de Vargas en 1999 desde el aeropuerto de La Carlota, cuando apenas tenía 16 años. Les llevaba comida y agua. No descansó en días. “Él era así, por eso cargó a Bassil Dacosta cuando estaba herido, sin ni siquiera conocerlo”. Corría por los menos siete kilómetros tres veces por semana. Se describía a sí mismo en su cuenta de Twitter como piloto privado (se había graduado el año pasado), guarimbero y demócrata liberal.

Redman, de 77 años, asegura que se le ha acercado mucha gente para felicitarlo, abrazarlo y decirle que su hijo es un héroe. Él responde: “Yo preferiría que no fuera un héroe y que todavía estuviese conmigo”. Su mensaje: “Ojalá que mi hijo no haya muerto en vano, sino por sus ideales: alcanzar la libertad y democracia verdadera”.


José Ernesto Méndez. Fue arrollado mientras protestaba

Tenía 17 años y pasaba mucho rato haciendo piruetas con una bicicleta a la que llamaba Sofía. “Su mundo era su bici”, afirma Jorgelis Gómez, quien recuerda a su sobrino José Ernesto Méndez, quien fue arrollado durante una protesta en Carúpano, estado Sucre.

El joven solía levantarse a las cinco de la mañana -aunque estudiaba quinto año de bachillerato en las tardes- para trabajar con su papá, José Méndez, en un local de venta de granos y legumbres. Sus familiares lo definen como un joven muy alegre, cariñoso, trabajador y “enamorador”.

Estaba terminando de armar una bicicleta nueva -solo le faltaba el volante- porque la anterior, también construida por él, se la había regalado a uno de sus cuatro hermanos. “Le encantaba el BMX (acrobacias sobre ruedas). Lo aprendió solo con sus amigos inventando, porque no hay ninguna academia de eso por aquí cerca”, cuenta el padre, quien lamenta los hechos violentos que han ocurrido en el país.


Génesis Carmona. La mataron cuando marchaba

“Con Génesis todo era una risa. Era callada, pero si tenía que decir algo, lo hacía. Casi nunca se molestaba”. Nelson Garay, amigo de la modelo que murió el 19 de febrero, solo guarda gratos recuerdos de su compañera de certamen Miss y Mister Turismo Carabobo.

Su fotografía en una moto, herida de muerte sobre los brazos de un parrillero, ha dado vueltas por las redes sociales. No están claras las circunstancias de su muerte, lo que es cierto es que recibió un tiro en la cabeza mientras manifestaba.

“Tenía sus prioridades muy claras, quería terminar sus estudios de Mercadotecnia antes que todo y luego tenía muchos planes en el modelaje para el año 2014”, afirma el amigo, quien la acompañó mientras convalecía en la clínica.

Fue su primera manifestación. La pancarta que llevaba decía: “Estoy cansada de estar por lo menos viva”.

Los familiares de la joven decidieron vivir su luto alejado de la luz pública. El día del entierro, su hermana Alejandra dijo que había muerto por Venezuela. Encima de su féretro se leía: “Triunfadora”.


Julio González. Chocó contra un árbol por una barricada

El 19 de febrero, Julio González fue designado como el fiscal de guardia en Carabobo. Salió de su casa a las 11 de la noche para hacer un recorrido por los centros hospitalarios de Valencia. Iba a ver el estado de salud de las víctimas de las protestas en esos días. La primera en su lista era Génesis Carmona.

Iba en su camioneta, en una bajada, y no vio que detrás de la barricada había basura. Las ruedas del auto se enredaron con los escombros y se fue de frente contra un árbol. Su muerte fue instantánea.

“Mi esposo era el mejor del mundo. Era mi rey, mi príncipe, mi todo”. Nairobi Olivera todavía no puede creer que ya no esté. Tienen dos hijos de 6 y 3 años. La calle en la que viven continúa trancada por las protestas. Ella ni siquiera pudo hacerle novenario. “Él se merecía un rezo”. El miércoles pasado la asaltaron a mano armada. “Con la violencia no le están haciendo daño al Presidente, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. De parte y parte hemos sufrido mucho”.


Doris Elena Lobo. Cayó de una moto por un alambre

Doris Elena Lobo tenía 41 años. “No era fiestera ni estridente. Más bien una mujer tranquila, dedicada a sus tres hijos (17, 18 y 25 años)”, comparte su hermana Maritza Lobo. Nació en Mérida y recientemente había terminado bachillerato a través de la Misión Ribas. Quería ir a la universidad y estudiar Administración.

A veces ayudaba a su mamá, Francisca Lobo, de 83 años, en un puesto de teléfonos “pegaítos”. La madre está desolada. Casi no puede hablar porque las lágrimas no se lo permiten. “Estoy sufriendo mucho. Este es un dolor tan grande que no sé qué voy a hacer. Ella estaba conmigo todo el tiempo. Era muy amorosa”. aminar por días.

Doris salió de su casa como parrillera en una moto cuando se encontraron con un alambre extendido de acera a acera, parte de una barricada. Fue imposible maniobrar y Lobo llevó la peor parte. Tuvo fractura craneal y llegó al hospital, pero una vez allá sufrió tres infartos. “Estas son muertes irreparables. Ojalá que piensen en eso cuando protesten”, pide su hermana.


Elvis Durán. Víctima de una guaya que no vio

“Era tremendo deportista. Le gustaba el fútbol al igual que a su hermano morocho”, cuenta una amiga de Elvis Durán, quien perdió la vida a causa de una guaya tensada que encontró su cuerpo en el sector Horizonte, en la avenida Rómulo Gallegos, en Caracas, que formaba parte de una barricada ubicada en la zona a modo de protesta.

“Elvis no merecía esto”, expresa una de sus amigas, quien lo veía como a un hermano. Asegura que su hija pequeña era todo para él. También deja un vacío en su hermano: “Me siento incompleto”, publicó esa noche en su cuenta de Facebook.

“A Elvis le decíamos el morocho bueno. Era muy alegre y tenía una personalidad original. Por eso duele tanto su partida”, dice su amiga.

Cuenta también que practicaba deportes en el Centro Juvenil Don Bosco, en Los Dos Caminos. Hay dos personas detenidas como presuntos autores materiales y sobre el presunto autor intelectual, general Ángel Vivas, aún está pendiente una orden de detención.


Geraldin Moreno. En el piso dispararon al rostro

Tres días estuvo Geraldin Moreno luchando entre la vida y la muerte. La joven de 23 años fue víctima de un perdigonazo en el rostro. Los testigos aseguran que corría intentando huir de los guardias nacionales y un proyectil la impactó. Luego de que cayó en el piso, uno de los funcionarios le habría disparado de nuevo, esta vez en el ojo. Los familiares denunciaron que el perdigón era de metal. La deportista fue sometida a tres intervenciones quirúrgicas y falleció el sábado 22 de febrero.

Era fanática del fútbol, dice su mamá Rosa María Orozco. Incluso practicó con la selección de Carabobo. Estudiaba quinto semestre de Citotecnología.

“Las muestras de solidaridad han sido infinitas”, señala Orozco. Cuenta cómo una mujer muy humilde y muy mayor, a la que no conocía, llegó a la clínica en la que estaba su hija, cuando aún convalecía, y le entregó Bs 160 en billetes de dos y de cinco. “Todos hemos estado muy pendientes de ella”, le aseguró.

“A los muchachos que están en la calle les pido que se cuiden. Los necesitamos a todos”, señala la madre de Geraldin.


Alejandro Márquez. Golpeado hasta morir por la GNB

Los planes que tenía Alejandro Márquez de irse a vivir a Alemania se cancelaron el miércoles 19 de febrero cuando funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana le provocaron heridas letales a punta de golpes en la esquina Candilito de la parroquia Candelaria.

“Nosotros nos asomamos a ver la protesta y los guardias se molestaron porque Alejandro estaba grabando. Le pidieron el celular, pero él no quiso darlo y salió corriendo”, cuenta Cristian Montes, vecino de Márquez. Asegura que los funcionarios dispararon perdigones y, aunque ninguno lo impactó, Márquez cayó y fue alcanzado por los efectivos.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, aseguró que la víctima era un paramilitar enviado para asesinar al presidente, Nicolás Maduro, y se refirió a fotos en los que Márquez cargaba armas. Amigos aclararon, con indignación, que eran de Airsoft, deporte que simula prácticas militares. “El Gobierno debe rectificar”, dice Montes.


Wilmer Carballo. Fue abaleado dentro de su urbanización

El mismo instinto de protección que mantuvo Wilmer Carballo a lo largo de su vida con su esposa y sus dos hijos lo mostró aquel día con el resto de los habitantes de Corinsa, en el municipio Sucre del estado Aragua. Salió a advertir a los vecinos, quienes se alistaban para protestar, sobre la presencia de motorizados en los alrededores.

No conforme con eso, fue el único que corrió a cerrar el portón de la urbanización para resguardar las residencias cuando estos llegaron de forma violenta. “Le dieron un tiro en la cabeza”, afirma su primo Augusto Amaya. La actitud de ese día coincide con la personalidad que, según Amaya, lo caracterizó desde muy joven. “Era el mayor de los primos y siempre nos apoyaba en momentos difíciles”, recuerda.

Tenía su propio negocio de distribución de alimentos para comedores industriales. Aunque gozaba de doble nacionalidad (venezolano-español), prefería a Venezuela. “Cuando su esposa le propuso invertir fuera, él no quiso porque decía que él solamente quería trabajar e invertir aquí”, cuenta Amaya. “Él tenía la esperanza de que las cosas mejoraran aquí”.


Eduardo Anzola. Colisionó contra una trinchera

Eduardo Anzola no vio la barricada en la vía por falta de luz. Falleció a causa del choque. Anzola no solo era reconocido en su comunidad, en la parroquia Miguel Pérez del estado Carabobo, por sus labores de carpintería, sino también por su liderazgo social.

“Era un dirigente vecinal nato. Fue muy afecto a nosotros, pero también a cualquier iniciativa que ayudara a su comunidad a salir adelante y rescatara a los muchachos de cualquier vicio”, afirma Neidy Rosal, diputada del Consejo Legislativo de Carabobo, en referencia a la vinculación que mantuvo Anzola con el partido Proyecto Venezuela.

El diputado Carlos Berrizbeitia, de ese partido, lo califica de alegre, trabajador y familiar. “Desde hace mucho tiempo apoyaba desde el activismo juvenil”, recuerda.

Proponía la construcción de escuelas de oficios en Carabobo. “Soñaba con enseñar su arte, la carpintería, porque él decía que faltaba formar a la gente, más que en una profesión, en oficios”, asegura Rosal.


Giovanni Pantoja. GNB recibió tiro al retirar escombros

El viernes pasado, el presidente Nicolás Maduro anunció la muerte de Giovanni José Pantoja, sargento primero de la Guardia Nacional, por un tiro en un ojo.

Mientras se encontraba en Miraflores, el mandatario interrumpió la reunión para advertir que le llegaban “noticias dolorosas”. Según el parte que ofreció, un contingente de la Guardia Nacional Bolivariana fue emboscado mientras removía escombros de una protesta de la oposición.

“Fueron atacados a bala” indicó el Jefe de Estado y señaló que la justicia “debe caer implacable ante los asesinados”. Transmitió sus condolencias a los familiares. La ministra de la Defensa, Carmen Meléndez, también se manifestó a través de las redes sociales: “Me uno al pesar de familiares del GNB Giovanny Pantoja cuyo vil deceso es indignante como también el de todas las demás víctimas”, indicó.

El Comando Regional 2 le rindió honores póstumos. Ayer, el féretro fue trasladado hasta Maracay con una caravana encabezada por el comandante general de la GNB, Mayor general Justo Noguera Pietri. La víctima deja dos hijos.


CASOS FUERA DEL PATRÓN

Cinco de las personas fallecidas en el mes de febrero, durante las protestas, perecieron en circunstancias que no se corresponden con los patrones que se observan en el resto de los casos.

Una de ellas es Asdrúbal Rodríguez, cuyo cuerpo fue hallado en la avenida Boyacá el 20 de febrero, tras ser sorprendido presuntamente en un robo. Un par de funcionarios de Polichacao están detenidos.

Dos días después, el estudiante Danny Melgarejo, de 20 años, recibió dos puñaladas en Táchira. Otra víctima fue Arturo Martínez, militante del Psuv y hermano del diputado Francisco Martínez, quien supuestamente murió al recibir un disparo en el pecho cuando intentaba retirar una barricada; no obstante, la familia no quiso pronunciarse al respecto.

Esta última semana fallecieron también Jimmy Vargas (34), cuando cayó accidentalmente de un segundo piso mientras protestaba; y Joan Quintero (33), quien murió en las afueras de un local saqueado en Aragua. Las autoridades investigan un ajuste de cuentas.



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