La Policía informó que la bala que extrajeron del cadáver del futbolista pertenece al arma del inspector del Sebin asesinado. Euríbides García, padre del muchacho, indicó que se manejan dos móviles en torno al homicidio. Uno es el pasional y el otro secuestro
Por José Manuel Sánchez / La Verdad
Eurivic Antonio García Bencomo (25) entró por última vez al gimnasio cubierto Belisario Aponte. Lo hizo sobre los hombros de sus compañeros de equipo, Guerreros del Lago, quienes lo cargaron desde la entrada del complejo Polideportivo de Maracaibo hasta el feudo que los vio coronarse como campeón en 2013.
El sol estaba en su punto más alto, pero eso no importaba pues "Palermo", como era conocido cariñosamente, merecía todos los honores en el lugar que él consideraba su verdadero hogar, la cancha. La entrada del cuerpo estuvo acompañada de los cánticos de la barra del equipo que de vez en cuando era entorpecido por los llantos de los presentes.
Los jugadores colocaron la urna a un lado de la portería. El pito del árbitro dio inicio a un juego simulado para honrar al joven, a quien mataron de un tiro el pasado lunes. Tres pases en el centro de la cancha dieron lugar a un cuarto pase al lado derecho del palo del arco que picó en el féretro y luego entró el gol.
La celebración no se hizo esperar. Todos se volcaron sobre el féretro para celebrar la última anotación de García. Finalizado el partido, todos caminaron al centro de la cancha para cantar, con vista a la bandera, las notas del Himno nacional con la mano en el pecho como el pívot del equipo regional solía hacer.
La ceremonia concluyó con la firme promesa de lograr por segundo año consecutivo el campeonato nacional. Euríbides García, padre del joven, señaló que todo el equipo trabajará en función a esa meta. "Lo puedes escribir. Eurivic nos acompañará en todo para lograr ese objetivo".
Investigaciones
La familia del joven reiteró su total compromiso para ayudar a las autoridades a esclarecer el homicidio. El progenitor de la víctima manifestó su "completa confianza" en la Policía científica y en Israel Enrique Vargas, Fiscalía 4º del Ministerio Público, para lograr la justicia que su hijo merece. Señaló que al parecer dos móviles en torno al homicidio. "Se manejan dos móviles. El pasional en contra de mi hijo y el secuestro".
El caso se complicó. Según los investigadores, la pruebas de balística arrojaron que la bala con la que mataron al futbolista salió del arma de reglamento de Alí Gerardo Ruiz Araujo (39), inspector del Servicio Bolivariano de Inteligencia, a quien asesinaron durante una emboscada frente a la casa de sus padres en la calle 106 de La Rotaria.
El cadáver del futbolista lo encontraron a las 9.00 de la noche dentro de su Optra plateado, placa AB103JV, en el estacionamiento del conjunto residencial Las Acacias. Yacía con parte del cuerpo en el asiento del copiloto y la otra hacia el puesto trasero del vehículo. Se presume que una bala le entró por el cuello, lo atravesó y se le alojó en el hombro. De allí la extrajeron para el análisis balístico qué relaciona los casos.
La Policía informó que ni el inspector ni el futbolista tenían algo en común. Ambos tenían vidas intachables. Investigan su entorno para hallar una conexión entre las víctimas y una pista que los conduzca a los homicidas.
48 horas tiene el caso encangrejado. La Policía no determina vínculos ni responsables
“Estoy muy conmovido porque lo trajeron hasta la cancha, donde dejó su vida, para hacer su último gol". Euríbides García, padre del joven.
Compártelo y Coméntalo en las Redes Sociales
Twittear |