Gabriel Antonio Miralla Romero, de 24 años, iba junto con su hermano en una motocicleta. El homicida se movilizaba en un Spark dorado. Huyó tras hacer un par de disparos al aire
Por Yéssica González / La Verdad
El pasado sábado, a las 10.40 de la noche, asesinaron a Gabriel Antonio Miralla Romero, de 24 años, por reclamar su derecha en una carretera angosta de un barrio de Cabimas. El joven iba con su hermano de copiloto en una moto y le pidió al conductor de un Spark dorado que tomara el canal que le correspondía y, al adelantarlo, fue sorprendido por dos disparos. Uno de ellos impactó en su cabeza. Murió en el sitio.
El homicidio ocurrió en la avenida Panamá, entrada principal de la urbanización Hugo Chávez Frías, parroquia Jorge Hernández de Cabimas. Los hermanos regresaban a su residencia luego de compartir unos tragos con sus amigos. En la vía, oscura y estrecha coincidieron con el vehículo que iba a poca velocidad y a mitad de la carretera.
“Nos encontramos el carro en la vía. Lo adelantamos y mi hermano le gritó que agarraran su canal, en eso nos fijamos que el carro subió de velocidad, un hombre bajó el vidrio, sacó una pistola y disparó al aire. Yo intenté dar más rápido pero escuché el segundo disparo y lo vi caer al suelo”, relató Ramón, hermano de la víctima y testigo del hecho.
El vehículo huyó a toda velocidad. Ramón pidió auxilio a toda voz, pero nadie lo ayudó. Minutos más tarde una patrulla que entró a la barriada los ayudó y se los llevó hasta el ambulatorio El Lucero, donde Gabriel llegó sin signos vitales.
La familia Miralla estaba destrozada. Aseguran desconocer a los homicidas y pidieron a los cuerpos de seguridad dar con su paradero. “Somos una familia sana. Ninguno tiene problemas con nadie. A mi hermano lo mataron por simple gusto”.
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