Sucesos: "Bienvenido a la vida hermano" escuchó de un CICPC después de 11 meses en un bunker

30 de junio de 2013

"Bienvenido a la vida hermano" escuchó de un CICPC después de 11 meses en un bunker

11 meses permaneció Joao Dos Santos en búnker subterráneo en Carabobo

DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA | EL UNIVERSAL

Cuando un funcionario de la División Antiextorsión y Secuestros del Cicpc grita "Bienvenido a la vida hermano, usted está rescatado", lo hace con la mayor satisfacción, porque su trabajo fue logrado. "No rescatan a un desconocido, ellos de verdad sienten que esa persona es su familiar... Uno abandona a su familia para dedicarse a otra que no conoce, pero que la haces tuya", explicaron los funcionarios del Cicpc.

Esa frase fue la que le dijeron a Joao Dos Santos, de 45 años, apretándole la mano, a través de una celda, el día que lograron rescatarlo. Los detectives dedicaron once meses al secuestro del comerciante portugués que fue plagiado en Cagua, Aragua, en julio del año pasado.

No fue fácil dar con Joao, apuntan, porque viajaron por seis estados del país para, finalmente, encontrarlo en un búnker en el poblado de Las Trincheras, en el estado Carabobo.

A tres metros bajo tierra estuvo todo ese tiempo el comerciante. La entrada del subterráneo estaba oculta en el clóset de la habitación principal de la casa ubicada en la montaña.

Ese día Joao lo que hizo fue llorar. No creía que estaba siendo rescatado por el Cicpc. Estar aislado casi un año lo hizo perder toda esperanza de vida. "¡De verdad, son ustedes?", preguntó Joao cuando escuchó que lo llamaron por su nombre y le dijeron que eran del Cicpc. Llorar y agarrarse la cabeza fue su única reacción mientras entendía el final de la historia.

La cama improvisada ya estaba desgastada. Una cruz hecha con papel metálico en la pared era su única aliada. A ella se encomendaba todos los días.

El espacio, de 3 por 2 metros, siempre lo mantuvo ordenado y limpio. Unas revistas viejas servían de aislante para tratar de ocupar la mente, pero ese era un trabajo titánico.

Joao se refugió en la oración. Incluso un día que decidió hacerlo en voz alta, a los pocos minutos recibió una nota donde le dejaban claro que "rezara en voz baja". Mientras él abajo estaba respirando humedad, arriba estaba una mujer (y su niña) disfrutando de la libertad, dedicada al comercio de hortalizas que cosechaban allí mismo en la finca que cuidaba.

Conexión

De acuerdo con lo que investigaron los funcionarios del Cicpc, los autores intelectuales del plagio de Joao están en Colombia. Contactaron a un grupo de maleantes venezolanos para que llevaran a cabo el secuestro.

Tardaron bastante tiempo para planificarlo. Incluso, los delincuentes recibieron entrenamiento especial en el manejo de armas y cómo movilizar víctimas en vehículos. Ya el búnker estaba diseñado y esperando a su inquilino.

La noche del 16 de julio del año pasado interceptaron a Joao cuando salió de una estación de servicio en Cagua, estado Aragua. Cuatro sujetos armados lo sometieron y le colocaron una capucha. Lo movieron por varias horas hasta dejarlo en el búnker.

Los secuestradores principales, o también llamados "pegadores", lo entregaron y huyeron. Ya habían cumplido con el trabajo asignado.

El plagio pasaba a la segunda etapa, donde se iniciaba la negociación con la familia. En los once meses, solo hubo dos comunicaciones con los seres queridos del comerciante. Ambas por correo electrónico.

Aunque complicó un poco la investigación, las pistas que encontraron permitieron capturar a seis personas involucrados en el plagio; entre ellas los "pegadores".

Están imputados Franklin Torres, Giovanni Sánchez, Jesús Payare y José Daza, por la presunta comisión del delito de secuestro, así como asociación para delinquir, mientras que Juan Bautista está acusado por los mismos delitos.

La mujer que fue capturada el día del rescate es de nacionalidad colombiana. Los funcionarios esperan, a través de ella, dar con los autores intelectuales del plagio.

Según lo que indicaron los efectivos, los búnker son espacios hechos por hampones de nacionalidad colombiana. Es una modalidad adoptada de ese país, donde lo más importante es aislar a la víctima. Han localizado en total cuatro. Todos hacia el Centro-Occidente del país. En dos rescataron a una víctima, y en uno liberaron a dos. El cuarto búnker lo consiguieron en construcción.

iiglesias@eluniversal.com