Jorge Luis Araujo le disparó en la cabeza a la estudiante de Diseño Gráfico y luego se suicidó. Los cuerpos los encontraron dentro de la casa del comerciante. Los vecinos aseguran que el arma del homicida-suicida le pertenecía a sus compañeros de residencia
laverdad.com
Los cuerpos de Roxana Pérez Bencomo, estudiante de Diseño Gráfico de 21 años, y de su novio atascaron la entrada de la casa 4 de la urbanización La Beatriz en Valera, estado Trujillo. Un hilo de sangre se coló por debajo de la puerta y delató el crimen.
Ella yacía boca abajo a medio metro de Jorge Luis Araujo, comerciante de 21 años. Le dispararon a traición. El proyectil entró por su occipital y le salió por la frente. El cadáver de él lo encontraron boca abajo, con un brazo extendido y otro cerca de su cabeza. Tenía una herida en la sien. Las posiciones de los cuerpos hicieron suponer a la Policía que "el occiso le disparó a su pareja y luego se suicidó". Las razones una sola: la estudiante se fue para una fiesta y no lo invitó.
Los Pérez no se explican cómo llegó la joven a esa casa. Declararon a la prensa de Mérida que Roxana salió con unos amigos. El novio llegó a buscarla, sin querer le comentaron que ella no estaba y que había salido con unos compañeros de la universidad. El comerciante se enfureció, les exigió darles la dirección, pero ellos se negaron.
La estudiante regresó a su casa pasadas las 3.00 de la mañana. Le comentaron lo sucedido con su pareja, pero no pareció darle importancia y se acostó. Sus hermanos y padres quedaron en shock cuando a las 8.00 de la mañana unos conocidos tocaron su puerta para darles la noticia. El cadáver de su pariente se había desangrado en la entrada de la casa del novio.
La familia corrió dos cuadras. Llegaron ahogados a la vivienda. Los curiosos abarrotaban la entrada. Hubo un silencio fantasmal al verlos. Entraron. Los oficiales levantaron la sábana blanca con rayas verdes y azules que cubría el cuerpo. Seguidamente el gritó retumbó por toda la calle. El siguiente paso fue confirmar sus datos para trasladar el cuerpo de la estudiante a la morgue.
Investigación
La Policía informó que en el momento del crimen en la residencia estaba un hermano del homicida-suicida. En sus declaraciones aseguró no haber escuchado nada y desconocía quién se había llevado el arma con la que atacaron a la pareja.
"Allí viven tres hombres. Todos están armados. En ocasiones han hecho disparos al aire", denunció un vecino al detective que se hacía cargo del caso. Además le aseguró que a esa vivienda no entró ni salió nadie extraño.
La comunidad estaba sorprendida. Nunca se imaginaron que la pareja, ambos vecinos, acabaran de esa manera. Esperan que la Policía científica aclare el caso rápido.
Roxana Pérez Bencomo. 21. Estudiaba Diseño Gráfico en el Iutirla y le faltaba un semestre para graduarse. Cumpliría años el próximo 22 de agosto, vivía con sus padres y hermanos.
Jorge Luis Araujo. 21. Era comerciante, residía en la casa, a dos cuadras de la residencia de su novia, con un hermano y dos amigos.
Maltratos
Los familiares de la estudiante denunciaron que el novio de la joven era "muy celoso. La amenazaba, la amedrentaba y la perseguía. Ella quería terminar con él, pero tenía miedo".
Roxana Pérez aparentemente le había comunicado que quería terminar la relación, pero el comerciante se negaba. Desde ese día comenzó a seguirla a todas partes y a obligarla a estar con él. Los Pérez sospechan que los compañeros de residencia estén vinculados al crimen. "Es extraño que el único testigo sea el hermano y que el arma no aparezca. Ellos están tratando de tapar las cosas".
