El terreno de una iglesia evangélica sirvió de escenario para matar a dos hombres de la etnia Wayuu en el barrio Las Tres Efes. Uno de ellos fue identificado como Luis Alfonso González
Por Faviana García / laverdad.com
Los cuerpos quedaron distantes, la separación entre ellos era de 300 metros (Foto: Odailys Luque)
Dos ráfagas escucharon los vecinos del barrio Las Tres Efes en la parroquia San Isidro de Maracaibo. A las 11.00 de la noche el ruido de los proyectiles asustó a más de uno. Las balas dejaron sin vida a dos hombres, uno de ellos identificado como Luis Alfonso González Epiayú, de 28 años. El cadáver de su amigo estaba a 300 metros del suyo no está identificado.
Los cuerpos quedaron en los terrenos de la iglesia cristiana Belén, ubicada en la avenida 124, entre calle 95 y 96. La pequeña casa permanecía sola esa noche. Fuentes policiales presumen que una de las víctimas intentó escapar, o lo hicieron correr, por eso la distancia entre uno y otro. Mientras que los vecinos aseguraron que no habían visto nada. Las caras de las víctimas no las habían visto, no sabían quiénes eran.
Desconocidos
González quedó sin vida a pocos pasos de la puerta de madera de la iglesia. Los policías que recibieron la novedad a las 8.00 de la mañana de ayer encontraron un casquillo en el sitio, pero ninguna otra pista. El joven vestía una franela morada, jean negro y zapatos tipo mocasines marrones. Algunos de los presentes lo confundían con un vecino pero no se atrevieron a confirmarlo. Su cara estaba cubierta de sangre y arena, los impactos de bala los recibió en la cabeza y en el tórax.
El acompañante de González era joven. Aproximadamente de 23 años, de él solo se sabe que vestía una camisa a cuadros naranja y blanco, jean claro y alpargatas rojas. Al momento de caer al suelo quedó en posición fetal, tapando la mayoría de las heridas que recibió en brazos, cabeza y pecho.
"Acá han matado a más de ocho personas en esta misma comunidad, en distintos lugares. La última vez fue la semana pasada. Si contamos desde el año pasado pueden sumar 14 muertos, todos asesinados", comentó una de las vecinas, quien no quiso identificarse.
Los habitantes de la zona comentaron que los maleantes aprovechan las calles oscuras, solitarias y con monte para cometer los diferentes delitos con los que tienen que lidiar diariamente, como asesinatos y robos.
Fotos: Deivis Oviedo / Noticialdia