El muchacho tenía 13 años cuando murió en el complejo de Grano de Oro. Estaba en La Concepción cuando le dijo a su padrastro que iría a la Feria solo o acompañado, así que el hombre lo siguió. A las pocas horas le informaron que su hijo murió con el corazón partido en dos
Por Juan José Faría / laverdad.com
A Andry Fontalvo lo enterraron ayer a la 1.00 de la tarde en el cementerio Corazón de Jesús. Su madre no paraba de gritar que nadie le devolverá a su hijo y que poco le importaba si alguien se hacía culpable. Pese a ello, espera justicia. El muchacho tenía 13 años cuando murió en el complejo de Grano de Oro. Estaba en La Concepción cuando le dijo a su padrastro que iría a la Feria solo o acompañado, así que el hombre lo siguió. A las pocas horas le informaron que su hijo murió con el corazón partido en dos.
El padrastro de Andry no sabía qué decirle a Anny, su madre. Después de sufrir algunos golpes y recibir el alta en el Hospital Universitario, regresó al lugar de los hechos y no encontró nada. A las 7.00 de la mañana le contó todo a su familia. Rafael Tejera, tío del muchacho, contó que lo buscaron en la morgue y allí le dijeron a su madre que estuviera tranquila, que ahí no había ningún niño de 13 años y que los cuerpos pertenecían a hombres con mayor edad. Pero Anny insistió y describió su vestimenta. El encargado de la morgue frunció el ceño y lo dejó pasar. Luego escucharon sus gritos.
Tejera asegura que su sobrino murió de forma instantánea. Presentó fractura en varias costillas y el corazón partido en dos. Aunque hubiesen llegado a tiempo los paramédicos, no lo habrían salvado.
El lunes por la noche, durante el sepelio, llegaron la alcaldesa Eveling Trejo y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, para dar el pésame. Los Tejera los recibieron como un gesto de compañía para la familia. Agradecieron la presencia y les exigieron justicia.