Un compinche que huyó fue abatido por funcionarios de Polimiranda en medio de enfrentamiento. Los delincuentes iban en una moto. Siguieron a su víctima y este los atacó para defenderse. El abatido por la Policía era natural del estado Anzoátegui. El otro delincuente no fue identificado
Por Yéssica González / laverdad.com
El casco central de Los Puertos de Altagracia en el municipio Miranda, vivió momentos de terror cuando un comerciante se defendió a balazos de dos sujetos motorizados que se le acercaron con la intención de robarlo o asesinarlo por encargo. El hecho ocurrió en horas del mediodía en la concurrida calle 14 con avenida 4 y 5 de la localidad, frente a un colegio.
Según testigos, el comerciante salió de una entidad bancaria cerca del lugar con una alta suma de dinero y fue en busca de sus hijas a la Unidad Educativa Don Adolfo Romero Luengo. Estaba acompañado de su progenitor. El hombre se percató de la presencia de los sujetos, quienes presuntamente lo siguieron a bordo de una moto, desde el banco hasta la escuela. Cuando los atracadores se le acercaron y apuntaron a su papá, actuó de forma rápida y se defendió. Sacó un arma de fuego y les disparó.
En el sitio uno de los delincuentes resultó malherido y murió. Su cuerpo quedó tendido en el pavimento a mitad de la calle y a pocos metros quedó la moto varada. Su compinche logró huir con vida, corrió por las calles circunvecinas hasta escabullirse del comerciante, pero tras la intervención de efectivos de la Policía Municipal de Miranda (Polimiranda), fue herido minutos después en medio de un enfrentamiento a dos cuadras del lugar. Murió en la isla de emergencias del Hospital Hugo Parra León.
La Policía científica llegó para el levantamiento de los cadáveres iniciar las averiguaciones pertinentes. Se conoció de forma extraoficial que sólo uno portaba identificación, quien respondía al nombre de Ramón Alberto Quibio Ramírez, de aproximadamente 30 años y natural del estado Anzoátegui. El otro no fue identificado. Según las primeras investigaciones, ambos residían en el municipio Cabimas, presuntamente pertenecían a una banda organizada dedicada al robo y hurto y que opera en toda la Costa Oriental del Lago y venían de atracar un local comercial.