Después de las 11.00 de cada noche salen los encapuchados en motos y en camionetas rotuladas con logotipos de la Alcaldía a amedrentar a la población, denunciaron los vecinos. Los denunciantes señalan a Omar Prieto, alcalde de la localidad, de "liderar esos colectivos armados" que mantiene en zozobra a la colectividad
La Verdad
Después del 12 de febrero que iniciaron las manifestaciones en contra del Gobierno, a partir de las 11.00 de la noche salen al menos 30 hombres con sus capuchas rojas a amedrentar a los residentes del municipio San Francisco. Van a bordo de motocicletas o en camionetas doble cabina Tacoma y Trailblazer. Portan armas de fuego y las muestran al público. Rondan las zonas donde los residentes intentan alzar su voz para protestar. Las denuncias ante la situación de “terror” que se vive en el municipio pasan las 50.
Nadie le había prestado atención a esta jurisdicción. Era extraño que fuese prácticamente la única que no se pronunciase ante la situación del país. Pero sus habitantes sí lo hacen, solo que están oprimidos. “Nadie puede salir al frente de sus casas o asomarse a las ventanas de su apartamento a cacerolear, porque empiezan a echarnos tiros. Aunque se escuchan ecos de ollas. La gente las toca a escondidas, dentro de sus viviendas, por miedo. Aquí el que proteste lleva plomo”, manifestó una ciudadana de quien se omite el nombre por su seguridad.
El jueves y viernes pasados, en el sector Sierra Maestra, los vecinos decidieron perder el miedo y salir a protestar. “La Policía de San Francisco llegó y se marchó, pero a los 15 minutos llegaron los motorizados armados. Esto nos hace pensar que la misma Policía los pone al tanto para evitar que la gente salga a la calle”.
Los habitantes del municipio sureño aseguran “que estos colectivos armados pertenecen a Omar Prieto, alcalde de San Francisco”, pues muchas de las camionetas en las que se desplazan están identificadas con logotipos que dicen “Por amor a San Francisco Omar Prieto" y otras con el logo de Polisur.
Danilo Vílchez, director del organismo policial, desmintió la acusación de los habitantes. “Yo no soy tan irresponsable como para permitir que mis oficiales anden paseando con sus armas y encapuchados. Nuestras patrullas son para trabajar, no para amedrentar". Advirtió que a la persona que vea disparando en contra de un grupo de protestantes, así sea funcionario, lo colocará a la orden de la Fiscalía. Instó a la gente a que tome fotos para que tenga pruebas de lo que dice.
Sin protección
Los habitantes de San Francisco tenían como costumbre salir a diario al frente de sus hogares a conversar y ya no lo hacen por temor. “Nos da miedo. Por la urbanización La Coromoto y El Manzanillo han pasado. Se paran en las esquinas vigilando a ver quién es el que se atreve a salir a protestar. Cuando vemos eso nos metemos a nuestras casas rápido. Cerramos las puertas, ventanas y pagamos las luces. Todo queda en silencio y allí es que ellos se van”, contaron los muchachos que pertenecen a esos sectores.
Por las veredas del barrio La Popular también se desplazan, indicó una mujer. “Van como si nada con sus armas largas colgando en sus espaldas. Ni siquiera una bandera en la ventana se puede colgar. Esto es una dictadura dentro de un municipio”.
Marino Alvarado, coordinador general del Programa Venezolano de Educación, Acción de Derechos Humanos, explicó que está totalmente prohibido que los oficiales actúen en contra de grupos protestante encapuchados. “La Policía debe proteger a los protestantes y si vienen grupos a atacarlos buscar la manera de dialogar para evitar las armas”.
“Todo ciudadano tiene derecho a protestar. La actuación de los manifestantes en las calles es de vital importancia. Tienen que perder el miedo, tomar fotos y grabar durante esos momentos de violencia, pues así tienen pruebas de quiénes son los que atacan verdaderamente”.
Recordó que los hechos del 12 de febrero, en los que fallecieron Bassil Dacosta y Juan Montoya tras ser alcanzados por las balas, se esclarecieron por la cantidad de cámaras que lograron registrar su homicidio. Luisa Ortega Díaz, fiscal general, en un principio acusó a los mismos estudiantes de haber causado su muerte, “pero gracias a esos videos se comprobó que quienes abrieron fuego en contra de los manifestantes fueron presuntamente cinco funcionarios del Sebin, que están bajo privativa de libertad”.
30 hombres rondan en motos o camionetas San Francisco con capuchas rojas y armas de fuego.
Cero protestas
El 15 de abril del año pasado los habitantes del municipio San Francisco, al estar en descontento con los resultados de las elecciones presidenciales en las que dieron como ganador al actual presidente Nicolás Maduro, protestaron. Las cacerolas, esa noche, retumbaron en el país entero. Pero en San Francisco las prohibieron a la fuerza.
En la madrugada los funcionarios de la Policía de San Francisco irrumpieron en los hogares y sacaron a la fuerza a las personas que manifestaban. Los trasladaron al calabozo de Polisur, donde también cayó el equipo reporteril de este rotativo que cubría los hechos.
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