Se presume que la víctima huía. Lo describieron como un "ladróncito" del barrio. Quienes lo seguían, lo acorralaron en el monte y le dispararon con una escopeta
José Antonio González / Fotos: José Nava / laverdad.com
Una parcela en venta, en la avenida 87, vía principal, del barrio El Chaparral, en la parroquia Luis Hurtado Higuera, hallaron a medias el cadáver de Rubén Enrique Fonseca Brito, de 30 años. Estaba desaparecido desde el pasado martes en la noche.
Los vecinos lo conocían como un "ladróncito" de barrio y era apodado "Negrito". Según Guillermo, dueño del terreno, explicó que aparentemente Rubén estaba escapando de alguien saltándose por los fondos de los terrenos. "Esta parcela llega al fondo del estacionamiento del Cementerio La Chinita". Asumió que estuviese robando pertenencias del otro lado.
La comunidad se dio cuenta luego que una docena de perros se lo comieran. Un curioso contó que les "dio curiosidad que estuviesen tantos perros comiendo algo en el terreno". Algún vecino se saltó y consiguió la escena. De inmediato llamaron a la Policía nacional y estos resguardaron el lugar.
La Policía científica llegó ayer, a las 10.14 de la mañana, al barrio. Los curiosos esperaban a que sacaran el cuerpo descompuesto. Tenía un disparo de escopeta, la mitad de cráneo destrozado y las piernas mordidas.
"Desaparecido"
Cirlena Morales tomó palabra ante el caso. Explicó a la prensa que su pareja estaba desaparecido desde el pasado martes. "Yo debo un dinero por aquí y él vino a traerlo", desde entonces no regresó a su casa, cerca del barrio Torito Fernández.
Morales recordó que dejó un hijo, de seis meses, que procreó con ella. En el bolso morado con el que salió de su casa tenía los ocho mil bolívares que debía pagar, las cotizas Puma que tenía y un short. Los parientes lo reconocieron con esas evidencias y el dragón tatuado en un brazo.
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